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Enrique García

321 Días en Michigan

Días 11 y 12. Inmisericorde lluvia y supervivencia taleguera

Ya he salido del chabolo de aislamiento para volver a teclear después de dos jornadas en las que el clima está dispuesto a ser coprotagonista del rodaje. Me viene a la cabeza las declaraciones de George Lucas que comentaba en 1977 que durante el rodaje de ‘La Guerra de las Galaxias’  no había llovido durante veinte años en el desierto de Tánger, y que arrancó a diluviar cuando terminaron de construir los decorados. Son muchas más las películas y los realizadores que han tenido que cancelar escenas porque las lluvias provocaban retrasos en los planes de rodaje. Y la verdad es que a nosotros no nos está retrasando apenas el plan de rodaje. Pero facilitarlo, lo que se dice facilitarlo… como que no.

El viernes comenzamos la jornada con una escena de patio de mujeres, sol resplandeciente, y la imagen de una interna tomando el sol; cortamos, a por otra toma más, vamos a repetir. En ese momento, pasa una nube que se va a los 10 segundos. ¡Vamos, a correr! Y llegó otra nube que trajo chaparrón de los “güenos”. Ay. Pues plan B, a por los interiores.

Bueno, vamos a por las cosas bonitas: No sé si será muy bonita o no, pero tengo la impresión de que la letra de la canción que entonaban las internas de la figuración durante un baile del patio me va a costar la clasificación “R” (como dicen los americanos: ¡parental advisory!). Y lo peor, que se nos quedó grabada en la cabeza durante todo el día y miembros del equipo no paraban de tararearla por las esquinas. Para mí que la letra no era ni de Lorca,  ni de Machado. Qué arte tienen mis “figurantas”. Por cierto, Mariché López y Laura Baena no las dejan atrás. Mariché con ese duende que tiene al bailar, y Laura con esa eterna sonrisa y ese buen humor, me recordaba entre tomas como dió clases en la prisión que ahora es nuestro set.

Otra visita muy especial al set fue la de Javier ‘El Makina’. Toda una institución en el Centro de Alhaurín. Ya nombré su reencuentro con Leo, mi script (y uno de los regalos más grandes de este rodaje), pero es que estar al lado de ‘El Mákina’ es escuchar historias de toda una vida como funcionario de prisiones. Gracias, Javier.

El viernes fue un día de contrastes. Salió el sol y llovío en un pis pas. Rodamos escenas alegres estando preocupados por los factores externos. Y rodamos las escenas finales y de inicio. Y luego quieren que los cineastas no seamos bipolares.

El sábado se instaló la lluvia y, aunque teniamos un completo planning de interior, para variar, no estábamos exentos de “riesgos”: – Riesgo primero, trabajar con niños: Teníamos una escena con muchos niños figurantes y la verdad es que fueron de maravilla. – Segundo, no emocionarme con la escena que rodaba con Virginia Muñoz: decía dos frases en una escena que significaban mucho y sólo de escuharla, me echaba a temblar. – Y tercera, una de las escenas complicadas: las duchas, y todos con los dedos cruzados para que no se estropeara el calentador de agua y para que el diluvio que cayó no se llevara los focos de exterior. Rozando el poste en uno de los casos.

Cosas bonitas de ayer: Ver trabajar a Virginia DeMorata con Concha Galán, dos compañeras de escena a las que he podido encuadrar en un mismo plano en una escena dramática. Concha ha trabajado con Pedro Almodóvar en dos películas, ‘Volver’ y ‘Los amantes pasajeros’, y con Benito Zambrano en ‘Solas’ y ‘La Voz dormida’. Qué lujo tenerte, Concha. Ambas han estado  bien escoltadas por ‘the next generation’, unos chaveles entre los que se encontraban Curro, el sobrino de Virginia, y Jesús, el sobrino de Salva Reina ‘Chuki’.

Ver a Olalla Hernández con Virginia Muñoz en la escena citada en el párrafo anterior: dicen muy poco, pero hacen mucho. Y disfrutar de las chicas de mi peli en una escena coral de generosidad y compañerismo entre ellas. ¡Qué bonitas sois, leches y qué corazón le echáis a la peli!

El pasado viernes y sábado fueron días duros para Mamen, Sergio y Ronki. Gracias por vuestra profesionalidad y por vuestro cariño. La vida se pone difícil y estáis ahí trabajando con una dedicación descomunal. Mucho ánimo y mucha fuerza. Todo saldrá bien, ya veréis.

El lunes, mucho más.

Enrique García

P.D.: Ayer sábado revisé 15 minutos del material de lo filmado la primera semana y terminé con una sonrisa de oreja a oreja. Me emocioné. Aunque últimamente me emociono hasta viendo hasta Pocoyó.

P.D.2: Esta mañana de domingo, a eso de las 9:30, he recibido una llamda de un interno de Alhaurín: Alberto. Un amigo desde 2009, cuando visité por primera vez el centro. Hablar con él es recibir una lección de humildad, de corazón, de luchar por ser mejor, de huir de lo que nos arrastra hacia abajo, de valorar lo que de verdad importa, de mandar al carajo los problemas superficiales que nos buscamos innecesariamente. Espero que nos acompañe en el estreno que hagamos a finales de año. Aunque no lo puedas leer, esta película tiene mucho de tu espíritu. Un abrazo muy fuerte, Alberto. Gracias.

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Diario de rodaje del nuevo largometraje de Enrique García

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