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José Becerra

La provincia a vuelapluma

Refranero del campo malagueño

  

Abundan en nuestra geografía  hispana los buceadores del refranero. Todavía hay quien se lanza al campo del habla local con el bolígrafo en ristre y el oído avizor en pos del refrán que le salta al camino como la pieza codiciada al cazador. No es raro, como es mi caso, de que se baje a la angostura de la arqueología de lo rural para palpar con la misma delectación que se palpa un fósil antediluviano, la tersura de un refrán inédito quizás, pero antiguo en el uso.

   Desde Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, (primera mitad del siglo XV), el primer autor castellano que supo apreciar y admirar ese rasgo del habla popular ( que existía desde la antigüedad, en el inicio de las lenguas romances hispanas, cuando el latín era le lengua de los ibéricos), hasta nuestros días el refrán ha subsistido “ corriendo como el agua de fresca fuente, entre las duras rocas del lenguaje popular”, como apunta el ilustre paremiólogo Joaquín Calvo Sotelo ( “Del variado, extenso y divertido mundo del refranero”). Y, de por medio, Berceo, el Rey Sabio, el Arcipreste de Hita, Don Juan Manuel y la pléyade  de escritores del Siglo de Oro, encabezados por Cervantes, quienes usaron de los refranes como recurso para adornar sus argumentaciones literarias.

   Quinta esencia de la sabiduría popular el refrán encierra pureza y corrección  y los escritores de cualquier época lo emplearon como ejemplo de expresiones sabias que tenían mucho que ver con las enseñanzas que nos brindaba el pueblo para entender la  vida, o del saber y el conocer.

   Una gran parte, en efecto, de los refranes  la componen los creados desde y por el hombre del medio rural. El hombre y la mujer del campo malagueño de forma anónima, como es lo proverbial (nunca mejor dicho) de estos asertos  que encierran enjundia y conocimiento, fueron los autores de infinidad de ellos. Alguien los puso en un uso, y la tradición oral se encargó de propalarlos.

  Ahí van algunos recapitulados por  Ramón Lloréns (Refranero de los frutos del campo. Taurus, 1986))  y  que he podido constatar que  se emplean o que alguna vez se emplearon en territorio dela Axarquía, del Guadalhorce o dela Serranía de Ronda, refiriéndose a las cualidades de un fruto, del tiempo de su siembra o cosecha, o de sus virtudes terapéuticas.

 

  ACEITUNA Y OLIVO: A par de un río, ni compres viña, ni olivar, ni caserío. / Aceite de oliva y romero frito, bálsamo bendito. Aceituna comida, huesecito fuera / Al olivo y a la encina, labor abajo y el hacha encima./ Al pan caliente, abrirle un hoyito y echarle aceite.

ACELGA:   Quien huelga come acelgas; quien trabaja  de contino buena olla de carne y tocino y con buenos tragos de vino.

AJO: Ajo, sal y pimiento, y lo demás es cuento./  Antes de enero mediar, siembra tu ajar. /  El dinero debía de ser como los ajos: al año, vano./ Vino puro y ajo crudo hacen al hombre agudo.

ALMENDRA: Amor de monja y flor de almendral, presto viene y presto se va.

ALUBIA: Buenas judías y buenas mujeres, enla Serraníalas tienes. /Garbanzos y judías hacen buena compañía  / No comas judías cuando hayas de andar con gente de cortesía.

ARROZ: Aunque se pegue,  el arroz no se menee. / ¡Que si quieres arroz, Catalina! (expresión frecuente en el valle del Guadiaro cuando de algo en abundancia se hace referencia).

BATATA: De Málaga, vino, pasas, boquerones y batatas.

BERENJENA: Dios me dé en mi casa tomates y berenjenas y no perdices y salmones en la ajena.

BELLOTA: La mejor bellota fue encina chiquitina. / Para el buen jamón, la mejor bellota.

CASTAÑA: Gente de montaña paga con castañas. (En los pueblos del Genal pagaban en castañas las escobas que desde el Guadiaro les llevaban). Del Genal, la castaña en esportal  (esportilla o cesto grande).

CEBADA: Mucha agua en la otoñada, poco trigo y menos cebada. / Al burro que no come cebada, media carga. /  Burra vieja quiere su cebada, dijo al marido la vieja casada.

CEBOLLA: Para comer la olla, lo mejor la cebolla. / Viudas, cebolla y morcilla, milagro que no repitan.

CEREZA: Cerezas y mentiras, unas de otras tiran.

COL: Coles  con tocino añejo hacen mozo al viejo. / Entre col y col, lechuga, y más allá un pradito de matalahúga. / Olla grande, muchas berzas y poca carne.

FLORES: Moza sin amor, flor sin olor. Flor y fruto, rara vez los verás juntos.

GARBANZO: Del garbanzo te sé contar, que por abril ni ha de estar nacido ni por sembrar.

HABA:  El habar en flor, ¡qué grato olor! En todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas.

HIERBA:  Más vale lo que la oveja caga, que la hierba que traga. Mala hierba nunca muere.

HIGO: A higuera sin higos  no acuden los mirlos. Año de brevas, año de eras. De higo a brevas, largas la llevas. Para agosto uvas e higos, para noviembre, membrillos.

LENTEJA: Lentejas, comida de vieja. Lentejas, si  las quieres las comes, y si no, las dejas.

MANZANA: La manzana podrida pudre a su vecina. Pero de Ronda y camueso de Antequera, no caben en una faltriquera. Una manzana  cada día, de médicos te ahorraría.

MORA: La mancha de la mora con otra verde se quita.

NARANJA: La naranja, por la mañana es oro, al medio día, plata, y por la noche mata.

MELÓN: Al melón bueno y maduro, todos le huelen el culo. El buen melón se conoce por el olor. El melón y el matrimonio: acertamiento son. Al melón y a la mujer, por la  cata la has de conocer.

NUEZ: Al nogal y al olivo, trátalos con cariño. Pan y nueces saben a amores.

ORÉGANO: No todo el  monte es orégano.

ORTIGA: Desde chica la ortiga pica.

PATATA: Cuando empieza a marcear, siembra la patata y el garbanzal.

PEPINO: Desde pequeñito le amarga el culo  al pepino.

PIMIENTO: El pimiento ha de ser verde; el tomate colorado; el pepino gordo y liso, y el higo, negro y rayado.

PERA: La buena moza es como la pera zumosa, que comiéndola da gana de otra.-

RÁBANO: Más frío que lavando rábanos. Rábanos huecos, para los cerdos.

RUDA:  A la casa en que hay ruda, Dios la ayuda.

SETA: En abril, setas a mil; en mayo, setas a carros

TOMILLO: Ganado que no come tomillo, déjalo, illo (chiquillo)

TOMATE: No hay mala cocinera con tomates a la vera. Pimientos y tomates, compadres.

TRIGO: Año de nieves, año de  mieses. Cuando el trigo está en la era, anda el pan por la artesa. Lana, puercos y trigo hacen al pobre rico.

SETA: En abril, setas a mil; en mayo, setas a carros

UVA: En agosto, uvas y mosto. Uvas con queso, saben a besos.

 

 

 

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Sobre el autor

Nacido en Benaoján, 1941. Licenciado en Lengua y Literatura Española por la UNED. Autor de varios libros. Corresponsal de SUR en la comarca de Ronda durante muchos años.


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