No parece que el alcalde de Benaoján, Francisco Gómez, de la Agrupación Independiente Progresista de Benaoján (APB, para los amigos),a pesar de las protestas del grupo opositor en el Ayuntamiento haya hecho suyo el adagio “Rectificar es de sabios”, que desde la antigüedad tantas disquisiciones ha ahorrado al común de los mortales: en la sesión plenaria del último sábado ha vuelto a fumar en la sala y de manera displicente. Insensible a los reproches de la bancada socialista se ha mostrado contumaz y ha exhibido el cigarro en un lugar donde existe la prohibición expresa para hacerlo.
No era la primera vez que se le advertía, no de forma velada sino clara y contundente, la reprobable actitud. El que fumara en un pleno anterior fue motivo de una gresca con la portavoz socialita, Soraya García, la cual le afeó sin ambages su proceder y “ falta de consideración” con la audiencia. Lo inverosímil de la cuestión es que el alcalde, en un espectáculo lamentablementeinsólito hasta ahora respondió emitiendo ladridos caninos a la interpelación de la socialista.
Ni corto ni perezoso, el primer edil, hizo de su capa un sayo, y volvió a fumar en la sala y al parecer de forma más ostensible. Ahí me le den todas. Como era de esperar, la edil del PSOE ha vuelto a poner el grito en el cielo, presumiblemente con razón, ante la reiterada actitud desafiante del regidor que se mantenía en sus treces; a saber, fumar allí donde le placía. Como no podía ser de otra manera, que los rifirrafes son constantes entre ambos ediles, apoyada por el secretario de la Organización malagueña del PSOE, Cristóbal Fernández, la portavoz local del partido ha pedido la dimisión del acalde irascible, al mismo tiempo que reafirma su intención de demandarle por la transgresión de un precepto amparado por la Ley Antitabaco en vigor.
Los que militan en las filas socialistas no ahorran imputaciones referidas a la persona del alcalde: lo podían hacer de de forma más alta pero no más clara, algo que da a entender el clima enrarecido (y no sólo por el humo del cigarro)en el que se desenvuelven los plenos en el Consistorio del pueblo del Guadiaro. Pese a la clara mayoría socialista, ya que éstos ostentan en estos momentos mayor número de concejales que los que prestan su apoyo al regidor, la situación de prolonga en el tiempo sin que se pueda calibrar el final de la disputa.
En cuanto a la pretendida dimisión no parece que vaya a suceder por lo pronto, que la casta política a cualquier nivel se muestra nada proclive a pasar por estas horcas caudinas que exige la oposición municipal;aparte de que ediles del PP e IU pertenecientes al equipo de gobierno ya han dejado por sentado que seguirán apoyando al regidor. Éste no ha dudado en afirmar que en el trasfondo del asunto subyace una campaña de acoso y derribo hacia su persona por parte del grupo socialista empeñado en hacerle abandonar el sillón de primer concejal del Ayuntamiento.
La vecindad, a pie de calle, siguen interesados o indiferentes las incidencias de este altercado municipal que ha llevado a su pueblo a ocupar espacios en los informativos de la provincia y con titulares llamativos. Puede que existan otras urgencias que exijan el denuedo, la determinación y la pelea para la consecución de lo que pueda redundar en beneficio de todos. Quizá sería del agrado de la mayoría que fuesen otros los motivos – que haberlos háylos- por los que se hablase de Benaoján y no del enfrentamiento de miembros de la corporación municipal por algo que, en fin de cuentas, no deja de ser baladí.