Se ha trabajado duro, como se encarga de resaltar tras conocer el fracaso la delegada municipal de Obras, Urbanismo y Turismo, Isabel María Barriga, y que por ello no puede ocultar su desencanto: se va al garete la realización de un circuito cuyo recorrido había de mostrar unas vías de carácter medieval que hasta ahora no habían sido sino caminos descuidados imposibles difíciles o imposibles de transitar.
Un paseo agradable, evocador y largo (más de tres kilómetros) que pondría en valor, entre otros, lugares tan carismáticos como las Murallas de la ciudad, Los Molinos, la puerta de Almocábar o los Arrabales. Todos de rancio sabor local y que imprimen indudable carácter a la muy bien llamada `Ciudad Soñada” por poeta Rainer Maria Rilque, que cantó sus excelencias en el pasado siglo.
Con un toque final y espectacular: la pasarela que permitiría el paseo distendido por el fondo del Tajo, algo hasta hoy imposible. Tan impresionante paisaje con vistas espectaculares e insólitas nos las vamos a perder por la arbitraría decisión de la Consejería de Fomento que no ha querido conceder el plácet al proyectos con la concesión de las inversiones necesarias.
Un despropósito como el de decir que las obras del Nuevo Hospital de Ronda continúan sin detención. Lo afirmó el delegado en Málaga de Consejería de Salud en una reciente visita a Ronda. Quiso hacernos comulgar con ruedas de molino asegurando que las obras se llevaban a cabo en las instalaciones interiores y que por esta razón escapaban a la percepción de los viandantes. Se nos trató como a niños por no decir que como a tontos. No hay tal y es de dominio público.