Hay una pregunta que con razón puede hacerse esta ciudad. ¿Por qué duran tan poco los comisarios en Marbella? El hasta ahora responsable de la policía, Anselmo Palma, se ha ido después de un año y el viernes de la semana pasada tomó posesión como jefe de seguridad del Ayuntamiento de Granada. Había llegado a la ciudad en enero de 2007 y con la intención, según decía, de instalarse por mucho tiempo. Cultivó buenas relaciones con el Ayuntamiento y la colaboración con la Policía Local alcanzó su más altas cotas conocidas. Pero cambió de opinión sobre su destino en pocos meses. Ya en noviembre, cuando el ayuntamiento granadino le hizo llegar la oferta, tomó la decisión de irse a la ciudad de la Alhambra, de donde es nativo y donde su mujer lleva algunas semanas montando un negocio. Sus no del todo buenas relaciones con el comisario provincial (por decirlo de manera elegante) y el hecho de que la mayoría de las veces se enterara por la prensa de algunas operaciones que se desarrollaban en la ciudad tampoco ayudaron. El miércoles de la semana pasada, mientras Asuntos Internos registraba en la comisaría de Marbella el despacho de uno de los mandos policiales detenidos por presunta corrupción, él ya se estaba despidiendo. Tampoco le habían avisado.