Siempre hay alguien que ve en cada acontecimiento una forma de obtener negocio. Y en esta ocasión hay quien ha optado por una de las partes más llamativas del triste naufragio del crucero ‘Costa Concordia’ en aguas de Italia. La ya famosa orden “¡Suba a bordo, maldita sea!” (u, originariamente, Vada a bordo, cazzo!) que un oficial de capitanía dio al capitán del barco se ha convertido en un lema para camisetas, que están causando furor en todo el mundo y no solo en Italia, donde ha llegado a agotarse.
Stefano Ramponi, propietario de Lipsiasoft, agencia web que fabrica las camisetas y las vende en Internet por 12,90 euros, dijo que se han convertido en un éxito instantáneo tanto en Italia como en el extranjero. “Hemos tenido muchas peticiones de todo el mundo, de Brasil, Hong Kong, también de Alemania y Francia, Reino Unido. Todo el mundo nos la está pidiendo”, dijo.
Respuesta a las críticas
No obstante, Ramponi admite que ha recibido críticas por su iniciativa, pero él se defiende diciendo que espera que la frase se convierta en un grito de guerra para todos los italianos, para asumir sus responsabilidades y trabajar juntos para salir de la recesión y volver a encarrilar a la tercera economía de la zona euro. “Nos gustó mucho esa frase porque De Falco la dijo en una situación extremadamente difícil, nos impresionó mucho”, explicó. “Queríamos (…) distribuirla en masa, en especial a la gente en Italia que no se concentra en su trabajo, que no lo dan todo y hacen daño a Italia en este momento de crisis, dificultades y complicaciones económicas”, comentó.
La furiosa conversación telefónica entre Gregorio de Falco y Francesco Schettino, en la que el capitán del barco es ordenado en vano que regrese a su barco y supervise las operaciones de rescate, se ha reproducido hasta la saciedad en los medios aunque para difundirla la palabra malsonante que utilizó de Falco, “cazzo”, es una expresión vulgar de “pene”, pero también se utiliza habitualmente para enfatizar algo, de ahí que por ejemplo en español se encuentren versiones que acaban en ‘maldita sea’ o en ‘coño’.
¿Qué os parece la iniciativa: simple y poco acertado oportunismo o de verdad creéis, como dice su impulsor, que puede servir para ayudar a Italia?