por Beatriz Herrera
La fabricación de accesorios de moda es una actividad perfecta para practicar en casa -sobre todo en los días de lluvia y frío- y a cualquier edad ya que, además de ser entretenida y relajante, sirve para desarrollar la destreza y la precisión manual y fomenta la atención y la concentración. A todo ello se suma la tendencia cada vez mayor al uso de complementos exclusivos y personalizados.
Vilma Stoned es una franquicia de origen madrileño que aterrizó en Málaga el pasado mes de diciembre de la mano de la joven emprendedora Patricia Gómez. La tienda, ubicada en la céntrica calle Compañía, contiene más de 1.200 referencias en cuentas y abalorios de la India, Brasil, Bali, cristal de Bohemia, Murano, Swarovski, metales, cerámica, rocalla, madera y otros materiales novedosos como el zamak, una aleación de zinc con aluminio, magnesio y cobre muy utilizado en la bisutería actual. Cabe destacar que el plástico no está presente en ninguno de sus artículos. Además, Vilma Stoned dispone de todo tipo de colgantes, fornituras e hilos de ante, cuero, algodón, cola de ratón u organza para diseñar pendientes, collares, anillos, pulseras, diademas, broches o cualquier otro complemento tanto para hombres como para mujeres.
Como si hubiera envasado el arcoiris en pequeños e innumerables botes de cristal, la tienda llama la atención por su decoración y por la fabricación artesanal de la mayoría de sus abalorios, elemento indispensable para lograr un look único y con mucha personalidad.
Talleres y encargos
Para aquellos clientes menos habilidosos, la primera franquicia de Vilma Stoned de Andalucía acepta pedidos personalizados y elabora accesorios con los materiales elegidos por cada usuario. Asismismo organiza originales cursos de iniciación o perfeccionamiento tanto individuales como en pequeños grupos de varias horas de duración, en los que los alumnos aprenden a elaborar su propia bisutería y ponen en práctica la imaginación para adentrarse en un mundo sin límites.