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Enrique García

321 Días en Michigan

Día 4. Comunicando… comunicando…

 

Comunicaciones. Hoy nos hemos pasado el día entre cristales y barrotes. Ya no recordaba la sensación de comunicarse con un cristal de por medio con sus correspondientes traslados de dependencia a dependencia, sonido de un lado, imagen por otra. Hoy hemos completado la jornada con perosnajes que se miran, se añoran, se informan, se agreden, se alegran y se entristecen cuando vienen del exterior a visitarles. Hoy ha sido un bonito día.

El sol ha brillado en toda la ciudad, pero nosotros hemos estados (literalmente)  a la sombra. Pero hay momentos, visitas, personajes y apariciones (cameos) que le han dado mucha vida al día. Para empezar, hoy regresaba Héctor Medina,  y ya era un día grande. El primer día disfruté de Sara y Antonio; ayer de Sara y Lamís; hoy tocaban Antonio y Carmona, y yo emocionado. Carmona es un personaje que cuando anda por el set no hay lugar por donde pase desapercibido, y Héctor lo hace grande. Hoy tenía escenas complicadas… y ahí estaba Héctor, dando alma y acento al interno más conflictivo del Módulo 2. Bajo el brazo de Héctor, el primer regalo al dire: una gorra negra con el bordado ‘321DM’. “Me la he encontrado por ahí tirada y me he dicho… lo mismo le cabe al dire”. Y uno, más tierno que un chicle… Ya tengo el segundo talismán del rodaje, una claqueta-llavero de DeMorata y una gorra de Héctor.

 

 

 

 

 

 

 

 

Siguiente regalo, la primera visita al set de Isa Sánchez, mi maravillosa guionista; la persona que recogió el batiburrillo de ideas que tenía y le dío estructura y diálogos, acciones y drama, ritmo y corazón. No fue un parto fácil, un año de intenso trabajo y cuatro versiones diametralmente opuestas hasta que pudimos sacar a la luz este hijo plagado de secuencias. Son muchas las personas que han aportado ideas, situaciones, documentaciones y emoción. Pero todo ha pasado por las teclas de Isa. Y yo, contentísimo de que la mami se pase a ver a su hijo balbuezar. No hay nada que me guste más que escuchar a alguien del equipo que me diga: ‘Me gusta el guión’. ¡Buaf! ¡Pelotazo! Gracias, Isa.

Otro regalo: el que me ha hecho un amigo. 2 segundos. Actor generoso. Caballero y hombre de palabra. Gracias por tener tu mirada, tu presencia. Tu verdad. Gracias, Alberto.

Otro regalazo. El cameo de Ángel Herbella, Director del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre. Ya pude contar con ‘El Mákina’, uno de los insignes y veteranos funcionarios de Alhaurín, y ahora, el mismísimo director de la prisión de Alhaurín, me ofrece una aparición que vale oro y verdad. De colega director, a colega director. Gracias, Ángel.

El regreso de David, la entrada de Juanma y los ojos de Noelia. Contar con David García-Intriago ha sido fundamental para darle ritmo al rodaje, porque su secuencia ha sido un partido de ping-pong, rápido y preciso. La entranda de Juanma Lara ha sido la oportunidad de darle grandeza a la película. Porque Juanma es muy grande. Por dentro y por fuera. Qué privilegio escucharlo, mirarlo, demostrar que es uno de los mejores actores que tenemos en España. ¿Y la mirada de Noelia? descubrí a Noelia Galdeano en unas funciones de Mandrágora Teatro, la disfruté en un ‘Don Juan Tenorio’, donde hacía de… ¡”Don Juan”! Y rodé con ella de protagonista un vídeoclip/cortometraje para el grupo Karkoma (‘2.000 rieles& 4 perras’, del grupo Karkoma) que me emocionó en rodaje, en la mesa de edición y en la proyección del mismo. En este trabajo hizo (sin saberlo ella) el casting. Gracias, David; gracias, Juanma; gracias, Noe.

Pero ha habido un regalo muy especial. Un regalo único. Un momento precioso. Ver a los padres del pequeño David Larrubia, ver a sus familiares emocionarse cuando hemos cantado el “¡buena!” de sus dos intervenciones en la película. Buscábamos a un niño muy especial, hicimos casting, y Virginia DeMorata nos sugirió a David, el hijo de una compañera de trabajo: “No es actor, pero tiene ángel, desparpajo. Quiere ser futbolista y ahora juega en los equipos inferiores del Málaga”. Vimos su foto en un whassup y desde ese momento, era el modelo de niño al que buscábamos. Fue el primero en la prueba, sin ver ni conocer a su réplica. Fue una prueba dura, con diálogos bastante autoritarios y secos con Héctor Medina. Y David miraba, aguantaba la mirada, respondía, se enfrentaba. Pero no era actor. Luego pasaron otros chicos, más de uno y de dos… No aguntaban la intensidad de las réplicas, eran secuencias duras. Y tras las pruebas nos mirábamos todos: “David”. Llamar a Toñi y preguntar por ‘Fali’, que te diga que “se ha equivocado”, e insistir en que “no nos hemos equivocado”, y que se emocione al saber quién va a ser nuestro “Fali”… no tiene parangón. Bueno, sí: ver a sus padres emocionados tras el monitor con los cascos. Y él, loco por acabar para terminarse las albóndigas y pegar unos cuantos disparos a portería en el patio de la cárcel. Gracias, David. Qué día más bonito.

Y gracias equipo, por aguantar y traducir mis imprecisiones. Por hacerme grande cuando los días son duros, y más aún cuando todo parece fácil. Por darme confianza en cada acción que cometéis. Gracias, Jose, por ponerme los piés en el suelo.

¡Y el Málaga en cuartos de la Champions! ¡Todo es posible! ¡¡¡¡¡Oeeeeeeeeeeee!!!!!

Mañana, más… fútbol.

Enrique García

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Diario de rodaje del nuevo largometraje de Enrique García

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