Tijeretazo
Para no arremeter sin fundamento contra el presidente Rajoy, el cual acaba de dar un tijeretazo de 10.000 millones a Sanidad y Enseñanza, a menos de una semana de que se decretaran tremendos recortes en los Presupuestos Generales del Estado, pienso que habría que calibrar sus intenciones.
En primer lugar hay que considerar que nos encontramos no ante una situación problemática del país – los problemas pueden tener componenda – sino ante un impasse calamitoso, lo que tiene peor solución, rayana en lo imposible.
Lo que se trata de evitar a toda costa es que los mercados sigan dándonos las espaldas con lo que los miles de millones de euros que necesitamos para solventar los gastos más acuciantes no acabarán de llegar. Dicho esto, tendremos que concluir en que el estado de la Sanidad necesita una reforma estructural sin demora.
Duro es admitirlo pero el copago – o repago, como quieran ustedes, que ya está implantado en media Europa – tarde o temprano tendremos que darlo por bueno. Naturalmente, que empiecen pagando los que gozan de rentas superiores, en esto no habría que hacer hincapié, porque se debería dar por descontado.
Centralizar las compras de material médico y quirúrgico, amén de medicamentos, evitar duplicidades y poner coto a que seamos el hospital gratuito de otros países, a lo peor más ricos que el nuestro, es perentorio. Puede que se nos tilde de xenófobos, pero es que está en juego nuestro propio bienestar social. O todos remamos en la misma dirección o el barco se hunde.