Dignidad bajo mínimos.Es lo que se deja entrever considerando el trato poco menos que infamante que se nos otorga como nación por el haz de las que componen el resto de Europa.
La marca España se encuentra en entredicho si dejamos a un lado los aspectos folklóricos que aún se siguen considerando y que propician el tirón del turismo de allende fronteras.
A causa de nuestra calamitosa situación económica, de la que no deja de ser responsable la clase política que hemos alimentado¡ y de qué manera! – con las excepciones de rigor que quieran -, se nos mira por encima del hombro y despectivamente.
Las grandezas de España, fenecidas; sus glorias históricas, ignoradas; su cultura ancestral que iluminó pueblos y regiones ignotas, sin consideración.
Se desconfía de nosotros y nos han perdido el respeto. A los que nos flagelan decirle que España ha sido siempre Europa. Y se puede ir más lejos aún. Lo dijo Sánchez Albornoz: “ Europa ha podido nacer y madurar por nuestro sacrificio”.
Fuimos la vanguardia del continente al sur del Pirineo e hicimos posible su transformación. Valga esto para quienes no tienen ojos sino para ver los males dela España actual, su desprestigio y ancestral dignidad menospreciada.