Los atardeceres contemplados desde el paseo marítimo deLa Caladel Moral serían más placenteros si no tuviesen como fondo la mastodóntica torre de la fábrica de cemento, a menos de800 metrosdel núcleo urbano.
Siempre la he mirado con aprensión en mis habituales paseos por los alrededores del pueblo caleño y me he preguntado numerosas veces cómo el Ayuntamiento no puso reparos a la ampliación de la fábrica una decena de años atrás, sobre todo a la puesta en pie de una torre de más de100 metrosde altura cuando ésta, según acaba de dictaminar el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) no podría rebasar los 35.
Al impacto visual se une, pues, el medioambiental, porque no sabemos si el aire que respiramos en la cercanía puede ser o no perjudicial para la salud.
Los vecinos de El Candado no dudan de que sí y de ahí sus continuadas requisitorias para que sean los tribunales quienes decidan al respecto.
Por lo pronto, nos quedamos con el resquemor de un riesgo inmanente para la salud y un feo y oscuro parche que nos enturbiará las espléndidas puestas de Sol que desde el paseo de los túneles del Rincón se nos da a contemplar como regalo gratuito final de de un día sin nubes.
Foto: Diario SUR