Foto: Diario SUR
La desgracia de caer enfermo tiene un componente adverso añadido si esto ocurre en Málaga y en verano. Advierten los sindicatos sanitarios que en el estío las cosas se complican y de gran manera.
En la provincia de Málaga advierten que hay un déficit de 1.000 amas hospitalarias, problema que ahora se agudiza y en contra de lo que digan los responsables políticos sobre el control de la situación, lo cierto es que la opinión de los profesionales de la medicina va por otros derroteros, y no hay duda de que estos últimos deben de saber de la cuestión más que los anteriores.
Por lo pronto las esperas en urgencias oscilan entre las tres y las seis horas y en Clínico se constata un cierre de 250 camas.
Un panorama sombrío que nos pone los pelos de punta a los que por la edad arrastramos afecciones crónicas susceptibles de agravación.
Otra rémora con la que nos enfrentamos, cuando ya poco a poco nos vamos haciendo a la carga de tener que satisfacer parte del importe de los medicamentos que entre otras exacciones viene mermando nuestras raquíticas pensiones.