José Chamizo, quien con tanto buen hacer y mérito ejerció hace apenas unos meses como defensor del pueblo andaluz, vino la pasada semana a Ronda para dejar por sentado si no con voz en grito pero sin contundencia que importa y mucho defender los derechos intrínsicos de las personas.
Se pronunció en contra de los que forman un valladar esgrimiendo una austeridad férrea y unos recortes sociales, que no sólo han pregonado sino que activaron mediante una política obtusa ( y esto lo decimos nosotros) impulsada desde Madrid, y más concretamente del PP y desde el Gobierno que nos rige para bien o para mal, que opiniones para todos los gustos a este respecto de haberlas háylas.
Chamizo se explayó en el Aula Magna del Convento de Santo Domingo poniendo los puntos sobre las íes en las cuestiones que tanto afectan a los españolitos de la calle y que, a su entender, hace caso omiso el Gobierno central o no le concede la atención que merecen: sanidad, dependencia, educación, vivienda, empleo son los grandes pivotes sobre los que giran una política que a muy pocos contenta. Hay que suscribir lo que el ex defensor pone en relieve porque son muchos los que padecen en sus carnes las deficiencias que en esas áreas son más que remarcables.
“Dignidad por la vida de la gente” parece que va a ser el grito de guerra que se va a escuchar el próximo día 22 en la marcha en Madrid, “rompeolas de tolas las Españas”, que dijo don Antonio Machado. Un clamor que se espera llegue a los oídos de los políticos, cuya inmensa mayoría sabe que la desafección hacia ellos es algo que se palpa en el día de cada en buena parte de la población española. No lo estarán haciendo bien cuando la voz del pueblo se levanta con ánimo de hacer despertar las conciencias.
Chamizo aboga por las movilizaciones sin revueltas ni algaradas violentas en defensa de un futuro que a todas luces nos parece incierto y poco venturoso y condena la actitud de los brazos cruzados viéndolas venir. Sin sediciones también se pueden conseguir objetivos como, por ejemplo, “cambiar las actuales políticas”. Eso sí, y eso de nuevo lo añadimos nosotros, saliendo del mutismo y haciéndonos oír en la senda que se nos encauza.