Una cita obligada en Benaoján
José Becerra
Una cita obligada en Benaoján
José Becerra
Todavía está a tiempo hasta de regocijarse con una feria,la de la Chacina, que se celebra en Benaoján hasta el domingo 6. De paso deje atrás la ajetreada vida de las ciudades populosas y su, a veces, insalubre atmósfera a la que estamos obligados a respirar que quietas que no. Venga a aspirar aires frescos y beatíficos de montaña y dese el placer de degustar apetitoso platos de embutidos preparados a la vista de todos.
Si existen muchas razones para dejarse caer por Benaoján, el singular pueblo blanco de la Serranía a un tiro de honda de Ronda por sus múltiples atractivos como son un paisaje único de montaña, un par de cuevas que sirvieron de morada a remotísimos antepasados prehistóricos – las del Gato y la Pileta, asombro perenne de propios y extraños-, los cuales nos dejaron sus modos de sentir el entorno y las ansias de aprehender el misterio de la vida mediante el arte animalista y a veces críptico que han perdurado hasta nuestros días, si todo este atractivo se suma ahora el de la Feria de la Chacina, no podría encontrar mejor momento para la visita.
La Feria de la Chacina de Benaoján, que ahora estrena su décima tercera edición, es el mejor escaparate con el que puede contar el pueblo a la hora de mostrar las exquisiteces gastronómicas que aquí se fabrican desde siglos atrás. Merecen ser recordados la nómina de los pioneros de la industria chacinera que en su día asombró el mundo y no conoció fronteras. Curro Sánchez, Rafal Carrasco, Manolo Melgar, Manuel Carrasco – -éste antiguo cacique del pueblo y figura preeminente entre la vecindad- y Victoriano Aguilar, entre otros destacados chacineros del Benaoján del antaño convertido en un centro industrial preeminente pese a lo exiguo de sus habitantes.
Varios miles de visitantes se anuncian para asistir a le edición de esto festejo, el cual además de exponer productos locales da cabida a otros que son genuinos de pueblos colindantes, como las insólitas mermeladas elaborados de manera tradicional y echando mano a los productos del campo del pueblo hermano, Montejaque, en el que la firma Al Jaque se ha ganado a pulso el prestigio en ámbitos allende fronteras y son codiciadas por los sibaritas del buen comer.
Chorizos fritos, orondas morcillas, lomo en manteca, embuchado y un largo etcétera de productos que ofrecen ese animal hozador del que se dice gustan hasta los andares, amén de otras delicateseen del mismo pueblo o de los adyacentes en un espléndido muestrario en la plaza de la Iglesia del Rosario que es lo que el visitante puede encontrar y degustar, acompañado de actuaciones artísticas, música y diversión a gogó.
Venga a Benaoján este fin de semana –días 4, 5 y 6- y disfrute de un espectáculo culinario único. Vea cómo se fabrica la chacina paso a paso y cómo se dan mañas las operarias para preparar unos suculentos platos. Luego déjese ganar por el paisaje bucólico de su entorno: Sierra de Líbar, majestuosa, coronada en su parte más oriental con las enigmáticas Cruces Blancas; las Canchas, telón de fondo pétreo; el Tajo del Zuque, colosal; o el imponente trasfondo del Picacho del Rayo o Conio, nebuloso en la lejanía. Fueron mudos testigos todos del paso vacilante del Neandertal, o también del Homo Sapiens que por aquí anduvieron en el pasado nebuloso de los tiempos.
Haga acopio a renglón seguido de la mejor chacina para llevar a casa o para agasajar a sus amistades: seguro que se lo agradecerán.
Fotos diario SUR y Ayuntamiento de Benaoján
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