Demoras en el nuevo Hospital de Ronda y deficiencias en la sanidad malagueña
JOSÉ BECERRA
Lo del nombre es lo de menos. Se ha venido discutiendo estos días sobre si hemos de nombrarle como Hospital de la Serranía de Málaga- totalmente impropio – o de la Serranía de Ronda. La disyuntiva tiene su intríngulis pero resulta un mal menor. Ahora lo que importa a los rondeños y los serranos del entorno es que el nuevo Hospital abra sus puertas de una puñetera vez- perdonen el exabrupto – y satisfaga el anhelo de alrededor de 85.000 personas de contar con un centro sanitario capaz de atender sus posibles dolencias.
Ahora se nos dice que no será hasta el primer trimestre de 2017 cuando el Hospital entrará en pleno servicio, una vez finalice el tiempo acordado solo para las consultas externas. “¡Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho”!, que dijo el Ingenioso Hidalgo, dando a entender que algo se dilata en el tiempo y no presenta signos de que se vaya a realizar con premura. Es lo que se barrunta de las declaraciones por parte de responsables de Sanidad de la Junta de Andalucía y que señalan que se avanzará “progresivamente”, de lo que se deduce que están en al aire- ¿hasta cuándo?- el traslado de enfermos.
Elías Bendodo, ínclito presidente de la Diputación de Málaga, vino a decir días atrás en una visita a la celebérrima Ciudad del Tajo que el Gobierno socialista de Susana Díaz” cuando dice que la sanidad (y la educación) son sus prioridades, lo cierto es que desde 2009 se han despedido 7.500 profesionales sanitarios en Andalucía”. No tenemos por qué desmentir al dirigente popular ya que es archisabido que se han cerrado centenares de camas hospitalarias pese a que la población de la región pese se ha incrementado de manera exponencial.
Lo que viene sucediendo con el nuevo Hospital rondeño puede ser fiel reflejo del momento que vive la sanidad andaluza en los últimos tiempos. Para desmentir las presuntuosas afirmaciones de la presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, nos salen al paso críticas severas que atañen a las listas de espera, las cuales sitúan a la región a la cola en el gasto sanitario por habitante. Es lo que ratifica la Memoria hecha pública recientemente por el Consejo Económico y Social (CES, para los amigos), el cual sitúa a la comunidad andaluza a la cola del país en gasto sanitario por habitante. Demoledor, ¡vive Dios!, que haya pacientes que esperen medio año para lograr un diagnóstico. Tardanza que no puede por menos de poner en el disparadero la salud del enfermo. Como es el caso flagrante de un enfermo que lleva esperando siete meses para que se le haya una colonoscopia y del que hemos tenido noticias en los últimos días.
Por fortuna, las denominadas “mareas blancas” están tomando cartas de naturaleza, entre otras provincias de la comunidad autónoma, en Málaga. Ciudadanos y médicos del propio Sistema Andaluz de Salud, a remolque de pacientes que reivindican una más pronta atención en lo tocante a consultas especializadas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas. No es de recibo, según comentan los facultativos, que se dictamine una dolencia, pero que se tenga que esperar meses para las pruebas precisas que autentifiquen un diagnóstico veraz, o se proceda a la operación pertinente. Y es que lo que se conoce en el argot médico como `alta resolución`, a saber, que al enfermo se le someta a las pruebas precisas para que sea factible un diagnóstico en el mismo día se ha convertido en pura entelequia. De lo dicho al hecho un gran trecho.