Medidas que traerán cola
Dicen por mi terruño de Ronda los labriegos viejos y sentenciosos que “en la olla donde se saca y no se mete pronto se le ve el fondo”- Sabia sentencia que se nos antoja que se ha echado en saco roto y que viene a colación cuando se contempla cómo el Gobierno de Sánchez, imbuido por la proximidad de unas lecciones que ya se otean en el horizonte, y queriendo arrimar el ascua a su sardina no ha dudado en echar mano de medidas con el propósito de conseguís adeptos para su causa y, en consecuencia, votos. Se echa mano al Consejo de Ministros en funciones como trampolín para hacer valer las intenciones del Gobierno que se muestran de manera clarividente en un afán de ir socavando las de los oponentes políticos que, naturalmente, no poseen estas armas de atracción que sí pueden ostentar quienes en estos momentos sujetan la sartén por el mango para hacer valer sus prerrogativas para potenciar su armas en el duelo que se avecina y que culminará el 28 A con la secuela natural de vencedores y vencidos. Esta inconsecuencia a los que a muchos se nos antoja “viernes electorales” ha provocado que una entidad ajena a la política, como es el caso del Banco de España, exponga sus temores sobre a lo que cada hijo de vecino piensa y que no es otra cosa que con estas medidas se devalúan los organismos del Estado.
Vista como se vista al santo no cabe duda de que estas disposiciones urgentes expanden el tufillo de contentar a los votantes de izquierda, todavía sin decidir la dirección de su sufragio. Se trata de atraer a los indecisos o dr el empujón definitivo a quienes tienen en mente votar a Sánchez y los suyos para tomar de nuevo las riendas de un gobierno ahora en ciernes pero que lleva camino de revestirse con los mismos tintes políticos de semanas atrás a juzgar por los resultados que están arrojando las encuestas de los últimos días.No arrojan otros datos que los que apuntan a que si las elecciones tuviesen lugar ahora mismo el PSOE podría formar Gobierno con la ayuda, que se da por descontada, de Podemos y los independentistas catalanes, algo en rigor no le negarían por los beneficios que pudieran reportarle. Es lo que apunta e barómetro de GAD/3 más reciente, y no se puede objetar nada que venga contradecir sus apreciaciones en cuanto que aciertan las más de las veces como es público y notorio. En detrimento esto último del centro-derecha, como todo apunta a que pueda pagar, y muy caro, la segmentación que acusa a ojos vista a la hora de presentarse al electorado: esa Ley D´Hont que se alza implacable, acabaría haciéndole morder el polvo de la derrota.
Las medidas económicas del Gabinete Sánchez en sus estertores, pero con las miras puestas en la confrontación son cuartel que se avecina, vienen por otra parte, a que se alcen voces como la muy inflexible del Banco de España avisando de “que podrían poner en riesgo la estabilidad económica”. El crecimiento del PIB flaquea y se ralentiza la economía, algo que parece ser un hecho incontestable, merced a las cargas impositivas a las empresas que se imponen sin miramientos, con la perfidia que esto comporta en cuanto a la creación de puestos de trabajo que ya apuntan a su merma de forma notoria. Traerán, a todas luces, cola, y el fondo de la hucha común es de temer que languidecerá a ojos vista.