Foto:Diario SUR
Benaoján restaurará sus puentes
JOSÉ BECERRA
El río Guadiaro cuando se desmadró con sus aguas desatadas por mor de las lluvias que asolaron buena parte de la Serranía de Ronda va ya para un año, destruyó dos puentes significativos en el término municipal benaojano. Uno de construcción reciente que facilitaba la entrada a la afamada Cueva del Gato; el otro, mucho más antiguo, conocido como el pontón de Los Cachones. Ambos fueron asolados de manera simultánea, por lo que la alcaldesa de Benaojan se apresuró a solicitar la necesaria ayuda económica a la Junta para remediar el desaguisado ocasionado por la furia de los torrentes sin valladar.
Son puentes que han servido, uno para facilitar el paso a la gruta del Gato, y el otro para hacer accesible a los habitantes de la barriada de la Estación de RENFE a una zona en la que sea acomodan desde tiempo inmemorial numerosas viviendas, así como terrenos de olivar y pequeñas fincas hortofrutícolas: la Dehesilla, de honda trascendencia por el acomodo de familias dedicadas a la labor de sus tierras de pan llevar. Es lo que ha tenido a bien destacar la alcaldesa benaojana, Soraya García, haciendo hincapié en la preocupación de sus convecinos hacia quienes tienen en sus manos poner remedio a tamaño estragos causados por las fuerzas desatadas del temporal. Ha insistido en la necesidad de que sean en el futuro “unas obras de ingeniería”, lo suficientemente resistentes como para soportar el tránsito de vehículos pesados y maquinaria agrícola para resistir las acometidas del líquido elemento desbordado.
Respecto al nueve puente que permita el paso sin problemas a la Cueva del Gato, hasta ahora solo permitido por una pasarela provisional, en espera de que se construya otro lo suficientemente consistente como para soportar la fuerza de las aguja desatadas del río en épocas invernales, se ha mostrado firme: la alcaldesa, con muy bien criterio, está empeñada, dado la importancia que para los habitantes de Benaoján supone esta realización. Una pronta ejecutoria, que facilitaría el acceso a tan emblemático y famoso lugar de quienes lo visitan a lo largo del año.Obras inaplazables en las que ha incidido sabedora de la importancia que para el pueblo significan su pronta ejecución.
El río Guadiaro, cuando se desmelena a tenor de lluvias insistentes y copiosas, se torna bravucón y arrastra cuanto se interpone a su paso. De ahí la importancia de que estas medidas se lleven a buen termino más pronto que tarde. La Diputación malagueña tiene en estas circunstancias la última palabra para merced el peculio necesario poderse repararse el desaguisado producido. García está en ello y se confía en que logrará los medios económicos necesarios para restablecer, y en lo posible reafirmar ambas estructuras que eviten estropicios como viene sucediendo cada vez que el Guadiaro se torna bravucón y no se para en mientes en arrasar todo cuanto encuentra a su paso.