Foto: Diario SUR

La formación de Gobierno en el aire

 Bien mirados los números para que Pedro Sánchez siga aposentado en la Moncloa no parece que sean categóricos y, por ende,  proclives para lograr su investidura definitiva de cara a un futuro inmediato. Los que se muestran adversos  contra la alianza de PSOE-Unidas Podemos no parece que vengan a propiciar una victoria lo suficientemente holgada como para que la continuidad del líder socialista se verifique más pronto que tarde. Su victoria final, si es que se produce, ha de transitar  por etapas más o menos espinosas y abruptas  que  no presagian un éxito final de inmediato.

   La primera votación, llegado el caso, es presumible que venga  confirmarla algo que se mastica y es comidilla en los diversos medios políticos: no culminará sino es en el fracaso. No serán suficientes los votos de las huestes de Podemos, ahora  menos numerosos que lo que podría brindar un mes atrás; a lo que se une la perdida de adhesiones del propio Sánchez, que se nos antoja ha llegado exhausto con 3  diputados menos de los que su partido ostentaba con anterioridad a los recientes comicios. La mayoría absoluta en el Congreso exigen un número de escaños, que están lejos de exhibir ambos partidos aunque deseen unificar la contingencia de una alianza.

   En esta incertidumbre, que cobra fuerzas por días y que sustenta la contumacia de los números, habría que dar por bueno aquello de que “cuán lejos me lo fiáis” si se contempla la realidad de 155 escaños favorables, que son los que suman dos fuerzas hasta hace pocos antagónicas y ahora unidas en por de una misma pretensión de gobernarnos, a saber, socialistas y podemitas. Se está al parecer, avanzando en la obtención de adeptos, pero sigue en el aire y sin cuajar la decisión de ERC, del que cabe suponer su pretensión de separarse de España, pero que no es improbable que acabe abrazando la causa que los dos partidos  ya aunados pretenden. Esperan conseguir aquéllos una exoneración que cobra visos de realidad por días, a juzgar de la insistencia de sus adeptos de dentro de las prisiones y los de la calle, que siguen erre que erre con sus pretensiones independentistas, éstos últimos con algaradas callejeras sin límites.

   Los populares se muestras férreos en cuanto a ceder un ápice en las apetencias de socialistas y podemitas conjurados en una causa común, pese a que se han alzado voces en cuanto a que se rompa la intransigencia de Casado en un posible ten con ten con aquellos que pretenden poner freno a quienes pretende romper España y poner en peligro el futuro más inmediato si llegase a depender  de los separatistas más tenaces en el empeño.

   Sea como fuere, días apasionantes nos esperan a quienes miramos no pocas veces atónitos y a  veces temerosos, las fluctuantes acciones de quienes parecen tener la sartén del conflicto por el mango del futuro más inmediato de nuestro país, ahora inmerso  en un tira y afloja que es de esperar no venga a romperlo. Por si esto pudiera ocurrir ya se ha hecho oír Vox, quien aboga por hacer frente  a quienes, según apuntan con tino, pretenden atentar contra la integridad de  España. En la misma línea se ubica Ciudadano, que  pese a su descabezamiento momentáneo, ya suenan nombres para recoger las riendas abandonadas por su líder y mantener su ideario en cuanto que la formación permanezca firme en la decisión de no apoyar un gobierno como el que se barrunta con Sánchez  e Iglesias,  moviendo a su antojo  sus hilos. Días apasionantes apuntan en el horizonte político del país, y es de esperar que no resulten a la larga aciagos para todos.