Hablemos,of course
Hablando se entiende la gente, dice un  dicho popular que no siempre tiene razón. De la conversación amigable sobre cualquier asunto se puede llegar a la discusión enconada y de aquí al intercambio de mamporros solo media un paso. El premier británico, David Cameron,  y el presidente español,Mariano Rajoy, quieren  entablar conversaciones para tratar de buscar una salida al espinoso problema de Gibraltar. Ambos dirigentes, o sus gobiernos  respectivos, se han dirigido a la Comisión Europea para que medie en el contencioso, que viene siendo la serpiente de verano en todos los medios de comunicación del interior y de buena parte de los del exterior.

Se dilucida una acción a todas luces irresponsables de los mandamases de la Rock  of Gibraltar, con Fabian Picardo a la cabeza, que  se han puesto los tratados y convenios por montera haciendo lo que les viene en ganas, desde auspiciar el contrabando y el blanqueo de dinero de hasta emponzoñar las aguas territoriales españolas en un delito flagrante contra el medio ambiente y del que todos tenemos noticias y parece obvio abundar en ellos, aunque vale la mencionar la extracción ilegal de arenas y el bunquerin que significan  saltarse a la torera la normativa europea al respecto.
EL ministro de Exteriores , José Manuel García- Margallo, ha tenido a bien pedir al Reino Unido que retire los bloques de hormigón como primer y “necesario”gesto para empezar el diálogo. La petición se recoge en un artículo que publica el rotativo The Wall Street Journal, en el que  cabe destacar la mesura del político español que de ningún modo está reñida con su inflexibilidad a la hora de mantener, con buen criterio al parecer,  los controles exhaustivos en la Verja.
¿Vendrán los hombres de Bruselas a examinar in situ la cuestión vestidos de negro como cuando lo hicieron para inspeccionar nuestros bancos? ¿ O bien escogerán una indumentaria blanca más acorde con el tiempo de canícula que atravesamos?Sea como fuere,lo que se espera es que a resultas de su intervención impere el Derecho Comunitario y que tiendan las bases para que Reino Unido, España, Gibraltar y Andalucía( que de ninguna manera ha de ser un convidado de piedra) intercambien pareceres para encontrar  una salida plausible al conflicto que tanta polvareda viene levantando. Hablemos, of course.