Seguramente recordarán los lectores la película que con este título el cineasta José Luis García Sánchez realizó basada en la obra homónima de Rafael Azcona. El argumento relata con fina ironía lo absurdo de las cuestiones sociales y las fórmulas depravadas que se ponen en planta para conseguir fines abyectos, pero recurriendo al humor para lograr la carcajada del espectador. Escatología y sátira se dan la mano para conseguir una obra muy aceptable de nuestro cine de hace algunos años: completó una trilogía feliz con “El pisito” y “El cochecito”. Viene este exordio a cuento a raíz de una noticia, que lo menos que puede parecer es chocante o tan absurda como la idea que recorre el guión de la película que mencionamos.
El PSOE quiere que aquí y ahora se exhumen los restos de Franco y José Antonio Primo de Rivera de la Basílica del Valle de los Caídos y vayan a parar a donde sus familias o simpatizantes vean conveniente. Osea, una vuelta más de tuerca a una actitud trasnochada que muy pocos ven con buenos ojos y que no es sino fruto del encono de guerracivilistas sin cuartel que no parecen tener presente que a la Transición si algo hay que agradecerle es el devenir de una época de paz y tranquilidad como pocas vividas en la Historia de España.
Nos parece absurdo que todavía, ¡ y ha llovido!, haya quien se se instale en un “No pasarán” que ya no tiene razón de ser. ¿Para qué hurgar más en nuestra Guerra Civil?Como Ortega y Gasset clamaba contra el radicalismo de la República, tendremos que convenir en que “No es eso,no es eso”. Porque aquí lo que de verdad preocupa son los casi seis millones de parados, o la corrupción instalada en los partidos políticos – y sálvese el que pueda- o las miles de familias que se las ven y desean para llegar a fin de mes, o las empresas con el agua hasta el cuello con problemas serios para subsistir.
Y es que seguimos dando palos de ciego y damos de lado a las prioridades que vale la pena afrontar. ¿Es que no ven nuestros políticos en qué asuntos deben remar en la misma dirección? ¿No entienden que se pierden en enfrentamientos inútiles y discusiones baldías y olvidan lo primordial, que es sacarnos del atolladero en el que nos sumergimos ya hace años y que no se ve la salida por mucho que el ministro Montoro diga lo contrario?
” Necesitamos políticos, sindicalistas, jueces, rectores de universidades e intelectuales fundidos en un ideal común”, como ha dicho un pensador de nuestrois días. O sea, pensar más en lo que nos une que en lo que nos divide. Y una forma de profundizar en la herida es ahora remover fosas en una cuestión que en nada va favorecer el bienestar del pueblo.¡ Los muertos no se tocan,leñe! Que duerman el sueño eterno mientras nos ocupamos de las cosas que de verdad interesan.