La suerte está echada

JOSÉ BECERRA

“Alea jacta es” fueron las palabras que Cayo Julio César pronunció al atravesar con su ejército el río Runbicón, a pesar de la negativa del Senado. ” La suerte está echada” si la transcribimos al castellano.

Llegó otro gran día de la democracia en nuestro país, después del fallido de los comicios en Andalucía, lo cual apunta a unos nuevos sufragios en virtud del intento de Susana Díaz de coronarse presidenta antes de tiempo y que ha acabado con la guerra abiertas entre tirios y troyanos. Las precipitaciones nunca han sido buena y se vuelven peligrosamente contra quienes la ocasionan. Nadie ha querido retratarse y el PP,C´s y Podemos optaron por esperar hasta este domingo y obrar en consecuencia de lo que arrojen las urnas.

Por esta y otras cuestiones concomitantes que atañen a todos los partidos en liza a calzón quitado se espera y así lo ratifican los sesudos estudios demoscópicos, que a veces yerran estrepitosamente ( caso de lo sucedido en el Reino Unido hace solo unos días),pero que también aciertan sin ambages, el panorama político que contemplaremos a partir de este domingo se barrunta bastante incierto por la diversidad de las papeletas que irán engrosando las urnas a lo largo del día.

Ahora, y esto es lo que quería recalcar, los votantes tenemos bien sujetos el rábano por las hojas, que bastante tiempo las sujetan los políticos y nosotros tenemos que doblegarnos a sus mandatos y postulados no siempre justos ni acertados. Hoy, domingo, 24 de mayo, el bastón de mando está en nuestro poder, así que tiemblen candidatos a alcaldías porque seremos nosotros quienes hagamos dádiva de él al que mejor nos parezca.

Bien es cierto que los electores gozamos del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros,pero siempre tenemos el derecho de rechazarlo ahora en la ocasión de oro que se nos brinda, eso es lo que diferencia a una democracia de una dictadura: se puede votar antes de obedecer las órdenes. El mandato lo ejercemos nosotros,solo hay que afinar en el momento de ejercerlo, porque luego, en caso de equivocarnos, vendrá el crujir de dientes por la rabia. Aunque es un dicho manifiesto que los votantes,curiosamente, no nos sentimos responsables de los fracasos del gobierno que hemos votado. Quizá sea necesario que esta actitud vaya cambiando en beneficio de todos.

  La suerte está echada. Veremos lo que nos depara la jornada.