En la provincia malagaña como en el resto de las que conforman el mapa de Andalucía las pequeñas empresas esperan poder contar con créditos que vengan a paliar la sequía monetaria que padecen y que ha llevado muchas a echar el cierre. Al mismo tiempo, los emprendedores gimen para que se les tienda una mano y sacudir el marasmo en el que se debaten. Se conocen casos sangrantes en Ronda, por poner un ejemplo, donde el problema lleva visos de enquistarse.
A un mes de que el PP desplegara su batería de medidas para afrontar la crisis galopante y el paro demoledor que nos abate, parece que se van perfilando los aciertos. Equilibrio presupuestario, reforma del sistema financiero más que anquilosado y giro copernicano en el mercado laboral fueron los postulados que se marcaron con letras de fuego.
Todavía no hay resultados esplendentes pero todo confirma que se va por el camino adecuado. Lo demuestra las encuestas que vienen apareciendo confirman que el ciudadano ha entendido la urgencia de la acción, hasta el punto de que, como se apunta, si celebraran nuevas elecciones el batacazo del PSOE sería aún mayor que el que padeciera en noviembre del pasado año.
Pero lo que el ciudadano corriente y moliente de las tres reformas estructurales indicadas la que ve más urgente, incluso la que atañe al mercado laboral, es la que concierne al sistema financiero, porque ésta hará factible las otras dos. El saneamiento de balances de los bancos resulta imprescindible para que abran las entidades financieras el grifo del crédito. Ayudas a las empresas y a los emprendedores para crear empleo. Solo así se podría iniciar el desmarque de la economía cuasi de guerra que nos sojuzga.