Robos masivos de aceituna se vienen denunciando en la provincia. Los ha sufrido últimamente Archidona (10.000 kilos del fruto que pasaron subrepticiamente del olivar a los furgones de los amigos de lo ajeno que aprovecharon la noche para la fechoría) y los sufren olivareros de los distintos pueblos de la provincia.
Enla Serraníade Ronda, con no poco gracejo, llaman “luneros” a los que aprovechan las sombras de la noche y el liviano fulgor dela Lunapara hacerse furtivamente con unos pocos kilos de aceitunas de verdeo, suficientes para el agasajo de la casa; a saber, disponer del fruto del olivo para partirlas, aderezarlas con tomillo, sal, ajos y vinagre y, depositada en tinaja, recurrir a ellas para complementar las comidas durante algunos meses.
Son las aceitunas “luneras”. Se recogen, pues, a media noche, sin testigos de vista; se llenan las bolsas en la finca del vecino con toda la celeridad que permite el oficio – son los serranos duchos en este quehacer-, regresando con sigilo al pueblo una vez consumado el hurto.
Casi nadie, no obstante, lo considera como tal y casi ningún propietario de olivar echa cuenta con estos robos, que ya son tradicionales, pero que por insignificantes no causan el mayor quebranto económico y todo lo más que se llega es proferir alguna que otra maldición, y las más de las veces, un comentario jocoso.
Ahora, por lo visto, gente de allende fronteras, se dedica a gran escala al robo de aceitunas pero a gran escala en la zona de Antequera y Achidona y Campillo. Estála Guardia Civiltras las huellas de grupos organizados que arramblan no con unos pocos puñados de aceitunas para el condumio hogareño, sino de miles de kilos para venderlo bajo precio y con pingüe ganancia en el mercado negro.
No se conforman estos con saquear los olivos “cenicientos y eternos” sino que aprovechan los montones del fruto, ya sea en el campo o en la almazara para cargar con ellos sus furgonetas.
Nada que ver con los “luneros” serranos. Los que saltaban una valla de pitas para llenar una talega y tener con qué comerse el gazpacho caliente algunos días. Con estos se ha hecho siempre la vista gorda. Contra los que roban y mercadean como ahora habrá que estar bien atentos.
Las aceitunas “luneras” perdieron el carácter chocarrero de antaño; de su condición, incluso, se hacía pública proclama. De las de ahora hay que hablar con la severidad que alude a lo delictivo sin reservas.
Foto: Infojardín.com