
Discrepancias de partidos sobre subvenciones a Ronda y la Serranía
JOSÉ BECERRA
Que los partidos políticos de distinto signo arriman el ascua a su sardina es un hecho irrefutable. Se dice una cosa y la contraria según proceda de cada uno de las formaciones que ahora están en liza, también sobre .Ronda, como no podía ser de otra manera. Al enemigo si agua, parecen decir unos y otros considerando que el que está en frente es causante de todos los males habidos y por haber que puedan aquejar la ciudad. Y en medio de las diatribas desaforadas el ciudadano de a pie sin saber a ciencia cierta con qué carta quedarse y casi siempre optando, ante la disyuntiva, de no hacer caso a las peroratas enfrentadas.
Nos desayunábamos días atrás con las declaraciones del diputado provincial del PSOE, Cristóbal Fernández, fruto del examen de las inversiones efectuadas por la Diputación de Málaga, con mandato del PP, como se sabe, en los pueblos de la provincia durante el pasado año y el dictamen no podía ser más demoledor: “La provincia ha sido duramente castigada” dijo, señalando a renglón seguido que en las subvenciones directas Ronda fue relegada ya que no se atendieron las dos terceras partes de las solicitudes formuladas. De “arbitrarios y discrecionales” tildó los repartos efectuados por la entidad supramunicipal en los pueblos de menos de 20.000 habitantes, que son mayoría en la Serranía de Ronda.
Por su parte el Partido Popular ha salido al quiebro diciendo que la Junta de Andalucía, regentada por el partido socialista, ha vuelto a dejar a Ronda y su Serranía fuera de la creación de los llamados grupos de desarrollo rural. Desde la presidencia del PP rondeño se ha insistido en esta discriminación señalándose que es la única comarca que ha quedado excluida y, por ende, relegada y sin posibilidad de acceder a la millonaria ayuda proveniente de Europa para los años 2014 y 2020. De “marginación por parte de la Junta” ha tachado María de la Paz Fernández, presidenta del grupo popular rondeño, esta exclusión sin duda impactante en el sentir ciudadano.
Lo dicho, cada partido político, esgrimiendo sus invectivas y razones y los ciudadanos sin saber a ciencia cierta con qué carta quedarnos. Viene a cuento aquello que en cierta ocasión dijo Bernard Shaw: “Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse que sus adversarios le hagan culpable de la sequía”.