A la viróloga del CSIC, Margarita del Val, le parece probable que sobre la extensión desenfrenada del virus asesino que tantas vidas se está llevando por delante puede que tenga los días contados. Barrunta como probable que “una nueva situación” se avecina “si buena parte de las personas que corren el riesgo de sufrir los zarpazos del bacilo están convenientemente vacunadas”. Admite así que es necesario que se siga suministrando la panacea que venga a proteger la existencia en este mundo, hoy por hoy tan castigado por la pandemia. Ha querido dejar claro que “ya se ve la luz al final del túnel”. Una verdad irreductible y cercana sobre la existencia del bacilo asesino y su próxima aniquilación; eso sí, “si las personas de riesgo continúan protegiéndose como es menester”. Dio por seguro que todos los grupos de riesgo podrían estar vacunados a finales de mayo, algo que cabría esperar como muy probable, dado el ímpetu que, en los últimos días, viene recibiendo la llegada de vacunas Vaticinios esperanzadores A la viróloga le parece probable que sobre la extensión desenfrenada del virus asesino que tantas vidas se está llevando por delante puede que tenga los días contados.

Barrunta como probable que “una nueva situación” se avecina “si buena parte de las personas que corren el riesgo de sufrir los zarpazos del bacilo están convenientemente vacunadas”. Admite así que es necesario que se siga suministrando la panacea que venga a proteger la existencia en este mundo, hoy por hoy tan zaherido por la pandemia. Ha querido dejar claro que “ya se ve la luz al final del túnel”. Una verdad irreductible y cercana sobre la existencia del bacilo asesino y su próxima aniquilación; eso sí, “si las personas de riesgo continúan protegiéndose como es menester”.

Dio por seguro que todos los grupos de riesgo podrían estar vacunados a finales de mayo, algo que cabría esperar como muy probable, dado el ímpetu que, en los últimos días, viene recibiendo la llegada de vacunas a nuestro país. Insiste la experta doctora en que a la pandemia, sin que se haya puesto contra las cuerdas aún, va perdiendo poco a poco su capacidad de extenderse. Clama por un esfuerzo colectivo con el fin de pararle los pies decisivamente. Cuando empezó la campaña de vacunación el panorama pareció sombrío: se recibieron pocas dosis, capacidad de administración limitada, retraso de las farmacéuticas, dudas sobre los posibles efectos secundarios… Se abrigaba el temor de que no se saldría del impasse con la celeridad deseada. Pero he aquí que cuando el mes de abril inicia su andadura los datos que nos llegan no parecen ser del todo desalentadores. Recalamos ahora, cuando su comienza andadura, a la certidumbre de que España ofrece datos de vacunación que dejan atrás con mucha diferencia los que ofrecen la Unión Europea en lo que toca a los diferentes grupos de edad que ha recibido el pinchazo supuestamente salvador.

Las 2 dosis requerida de Pfizer la recibieron ya los ancianos que en sus centros respectivos la esperaban como agua de mayo en tiempos de pertinaz sequía. Es de esperar que este colectivo respire tranquilo, que ya era hora, después de las azarosas semanas vividas con el alma en vilo. Como también es presumible que lo hagan el resto de mayores del país, considerado como el más vulnerable a las asechanzas asesinas del temible virus que no perdona. sobre todo, a naturalezas achacosas por la edad.

A la prestigiosa viróloga que hemos traído a colación se reafirma en el convencimiento de que lo importante es vacunarse sin hacer distinción de una u otra marca. Creemos que le asiste toda la razón del mundo. Recibir el pinchazo sin pararse en mientes de su marca es una actitud que recomienda y que se considera como justa y razonable. Compartimos su opinión: lo importante es recibir la vacuna, sea cual fuere, cuanto antes mejor. Presentar un valladar infranqueable al enemigo común que nos acecha y aniquila dispuesto a dar el zarpazo mortal se considera comlomásperentorio y seguro para nuestro país. Insiste la experta doctora en que a la pandemia, sin que se haya puesto contra las cuerdas aún, va perdiendo poco a poco su capacidad de extenderse. Clama por un esfuerzo colectivo para pararle los pies decisivamente.

Cuando empezó la campaña de vacunación el panorama pareció sombrío: se recibieron pocas dosis, capacidad de administración limitada, retraso de las farmacéuticas, dudas sobre los posibles efectos secundarios… Se abrigaba el temor de que no se saldría del impasse con la celeridad deseada. Pero he aquí que cuando el mes de abril inicia su andadura los datos que nos llegan no parecen ser del todo desalentadores. Recalamos ahora, cuando su comienza andadura, a la certidumbre de que España ofrece datos de vacunación que dejan atrás con mucha diferencia los que ofrecen la Unión Europea en lo que toca a los diferentes grupos de edad que ha recibido el pinchazo supuestamente salvador.

Las 2 dosis requerida de Pfizer la recibieron ya los ancianos que en sus centros respectivos la esperaban como agua de mayo en tiempos de pertinaz sequía. Es de esperar que este colectivo respire tranquilo, que ya era hora, después de las azarosas semanas vividas con el alma en vilo. Como también es presumible que lo hagan el resto de mayores del país, considerado como el más vulnerable a las asechanzas asesinas del malhadado virus que no perdona. sobre todo, a naturalezas achacosas por la edad.

A la prestigiosa viróloga que hemos traído a colación se reafirma en el convencimiento de que lo importante es vacunarse sin hacer distinción de una u otra marca. Creemos que le asiste toda la razón del mundo. Recibir el pinchazo sin pararse en mientes de su marca es una actitud que recomienda y que se considera como justa y razonable. Compartimos su opinión: lo importante es recibir la vacuna, sea cual fuere, cuanto antes mejor. Presentar un valladar infranqueable al enemigo común que nos acecha y aniquila dispuesto a dar el zarpazo mortal se considera como lo más perentorio y seguro.