Pobreza de posguerra
El informe de Cáritas sobre la situación económica y sus desastrosas consecuencias debería significar un claro y contundente aldabonazo en las conciencias. Se habla en la Memoria que sobre 2011 acaba de ver la luz de que nos enfrentamos a unos niveles de pobreza que no tienen parangón sino con la posguerra.
Años fatídicos los de la década de los 40 en los el hambre y la opresión campaban por sus fueros en el solar patrio. Tiempos oscuros y de silencios, de cartillas de racionamiento y comedores sociales de una España mendicante que por el número de afectados se aproxima a los que hoy viven en la más absoluta miseria.
Julio Belmonte, director de la entidad altruista en Madrid, no duda en afirmar que la situación ruinosa que atravesamos tiene muchos puntos de contacto con la que se sufrió hace sesenta años.
No hacía falta que nos los dijera porque la palpamos en nuestro entorno, también en Málaga (atendió a 25.000 familias en Málaga) y en los pueblos de la provincia. Es la hora de arrimar el hombre ante tan necesidad y miseria. Que el informe anual no caiga en saco roto.
Y sobre todo, que disuadan a los que piden el IBI a la iglesia, porque eso sería esquilmar parte de los fondos que tan caritativo fin se destinan.
Cáritas alerta: pobreza como en la posguerra