Toda España sumida en un clamor y rebosante de euforia por la victoria inapelable de ´La Roja´. Una proeza deportiva sin parangón en la historia del balompié. Los héroes como los generales en los tiempos de la Roma imperial rindiendo cuentas en el Capitolio (tras recorrer la Vía Sacra); en este caso la Zarzuela, sede de la monarquía.
Claro que hay que alegrarse por la gesta. Pero hay otras que, en el vivir de cada día pasan desapercibidas y no reúnen muchedumbres entusiastas.
Un día después de aplastar a Italia en el césped ucraniano, otra selección nacional, compuesta ésta por personal sanitario, salvaba 36 vidas tras otros tantos trasplantes de órganos en España.
Sin alharacas, desde médicos a auxiliares de quirófano devolvían la esperanza a esa treintena de pacientes cuya existencia se veía gravemente amenazada.
Son los equipos que lejos de los campos de fútbol, en la soledad aséptica de un quirófano, libran una desigual batalla para una victoria merecedora de nuestro reconocimiento y de la mayor gloria.
Foto.Diario SUR