Los pueblos de la Serranía de Ronda con su gozo en un pozo. Habían cifrado esperanzas en alcanzar metas y eliminar atascos sempiternos uniéndose en un Consorcio que les ayudara a salir del marasmo en el que a causa de la crisis galopante y la carencia de dotaciones económicas provenientes de instituciones superiores se encontraban, pero el intento ha fracasado estrepitosamente.
No es posible el Consorcio con el que habían suspirado porque los propios ayuntamientos se encuentran en la incapacidad de sostenerlo económicamente y la financiación exterior se había venido mostrando imposible, según manifiestan autoridades locales.
Cada pueblo tirara por su lado, según su manera de entender la situación, la cual es en general precaria, y se tira por la borda el dicho que por manoseado no deja de tener lógica: La unión hace la fuerza.
El fin ultimo del conjunto de los consistorios era, amén de sustentar políticas de formación y creación de talleres de empleo, colaborar en la ardua empresa de propiciar el desarrollo de la comarca, Algo que ahora se queda en el aire y se disuelve como azucarillo en agua para perjuicio de más de una veintena de municipios en una zona como la del Guadiaro que se debate en un receso notable de sus posibilidades de progreso.
Foto: Benaojan, un pueblo de la Serranía empeñado en restablecer su época de pasado esplendor en la fabricación de embutidos.