Las sentencias contra Julián Muñoz son tan habituales que están a punto de dejar de ser noticia, pero la última –que lo condenó junto a otros cinco ex concejales a siete años de inhabilitación, de modo que quien quiera volver a votarlo para alcalde de Marbella deberá esperar– incluye un elemento importante para el futuro. No para el de Julián Muñoz –que parece estar claro, permiso de fin de semana más, permiso de fin de semana menos–, sino para el de algunas de sus víctimas. La jueza sostiene que la restitución de la legalidad a la que alude la sentencia no debe materializarse a través de la demolición del inmueble construido ilegalmente, ya que los compradores no fueron llamados durante el juicio y por lo tanto no pudieron defender sus intereses. La resolución afecta a una sola vivienda, pero si este criterio se extiende puede hacer respirar tranquilos a miles de propietarios.
Quienes ya respiran tranquilos son la alcaldesa, Ángeles Muñoz, y su responsable de Hacienda, Carlos Rubio, tras alcanzar un acuerdo por el que se concede al Ayuntamiento un año de prórroga para comenzar a pagar la deuda de 267 millones de euros acumulada con Hacienda y la Seguridad Social durante los 15 años de saqueo. Han sido meses de negociaciones calladas en las que hubo avances y retrocesos. La Seguridad Social rechazó un primer plan de viabilidad del Ayuntamiento porque no contemplaba recortes suficientes en gastos de personal. Fue cuando envió la requisitoria de pago que vencía el 20 de diciembre. Ese mismo día, agónicamente, se comunicó que habría un año de moratoria. Para ello fue necesaria la presentación de un segundo plan, cuyo contenido y consecuencias seguramente se irán conociendo en los próximos meses.
A la misma hora en que la alcaldesa y Carlos Rubio comunicaban en una rueda de prensa el acuerdo con ambos organismos del Gobierno central –posiblemente uno de los mayores éxitos de gestión del equipo municipal, y también la muestra de que en algunos ámbitos de la administración hay noción de cuál es la situación de la ciudad–, Javier Arenas participaba en un mitin preelectoral en Sevilla y acusaba a Chaves y Zapatero de poner en marcha una estrategia de «ahogo financiero» contra Marbella. Cualquiera podría pensar que la comunicación entre el presidente del PP andaluz y Ángeles Muñoz comienza a sufrir interferencias y que Arenas no recibe la informaciónen tiempo y forma. Pero es más probable que la explicación sea menos retorcida. El eterno candidato a la Junta, inmune al temor al ridículo, simplemente ha decidido aplicar a la campaña aquel lema del mal periodismo: ‘No dejes que la realidad te estropee un buen titular’.
Pero si unos se pasan, hay otros que no llegan. Mientras el gobierno socialista tomaba su primera decisión trascendente en relación con Marbella desde que decidió disolver el Ayuntamiento encabezado por Marisol Yagüe, la agrupación local del PSOE y su grupo municipal ni la olían. Es más, su primera reacción, finalmente abortada antes de que se hiciera pública, fue cuestionar las bondades del acuerdo alcanzado. Caben tres preguntas: 1) ¿Cómo es posible que tan acostumbrados como están los políticos a vender humo, no sean capaces los socialistas de Marbella de poner en valor una decisión tomada por su gobierno que afecta positivamente a la ciudad? 2) ¿Tan malos son en lo suyo, o tan lista es Ángeles Muñoz, que dejan que la alcaldesa se lleve todo el mérito de una decisión adoptada por el gobierno del PSOE? y 3) ¿Llevarían algún décimo del 23.117 y lo rompieron antes de comprobar si había caído algo?
Nada de lo que sucede puertas afuera de los locales socialistas parece importante, porque lo que realmente entusiasma en el PSOE de Marbella es la movidilla interna. Mientras todo esto sucedía, los socialistas estaban enfrascados en el debate sobre las propuestas de conformación de las listas para las elecciones del 9 de marzo. Hubo algunas propuestas extravagantes. Sobre todo una: Llamó la atención que hay 21 militantes en el PSOE de Marbella y 14 en el de San Pedro que opinan que Paulino Plata ha hecho méritos para volver a ser candidato a algo. Con todo, lo que mejor muestra cuál es la situación del PSOE local es que en las asambleas celebradas esta semana en la ciudad (127.000 habitantes censados y muchos más reales) participaron menos de cien personas. 31 en San Pedro y 65 en Marbella. Eso es el PSOE por estos lares.
Mientras, por otros lares más lejanos hay cierto mosqueo por la inventiva de la que hace gala la policía a la hora de bautizar sus operaciones. El embajador malayo, hemos sabido, ha preguntado al Gobierno de España a qué viene el nombre de esa movida policial y judicial que a nada bueno se asocia. A ver si alguien se anima y propone un hermanamiento con Kuala Lumpur. Así se les pasa el enfado, se promociona Marbella en el efervescente mercado del sudeste asiático y se anima un poco el cotarro, que buena falta hace.
NOTA: Un fantasma virtual se había comido algunos espacios de separación entre palabras. El error ya está subsanado. Muchas gracias a los lectores que advirtieron del fallo y disculpas a todos.