HOY elecciones. Pero desde mañana hay que comenzar a pensar en la Semana Santa. Este año, el primer aluvión de turistas (esperemos que haya aluvión) llega antes de que el calendario marque el final del invierno, así que casi se nos junta el temporal con los turistas. O lo que es lo mismo, que los turistas vienen a la playa e igual se tienen que conformar con mirar el mar desde el paseo marítimo. El lunes pasado comenzaron los trabajos de reposición de arena, que no son, como podría pensar un despistado, una solución de emergencia ante una eventualidad inesperada, sino el absurdo sistema elegido para que haya playas todos los veranos. En lugar de construir escolleras o aplicar algún otro sistema para conservar la playa, año tras año se vuelve a echar en primavera la arena que el temporal se lleva en invierno. Hasta que pasa lo de este año. Que la Semana Santa empieza en invierno.