Un vídeo colgado en youtube dio cuenta de la acción. Un grupo de activistas acudió por la noche a tres edificios públicos para retirar las placas conmemorativas de su inauguración y colocar carteles con la leyenda ‘independencia’. Actuaron encapuchados. Los datos podrían apuntar a que la acción tuvo lugar en Hernani o Baracaldo, pero el escenario fue mucho más cercano: San Pedro Alcántara.

Lamentablemente existe una amplia gama de países distribuidos por toda la geografía mundial donde la defensa de los más elementales derechos ciudadanos obliga a los activistas a acciones clandestinas y actos heroicos. Afortunadamente, San Pedro Alcántara no es uno de ellos. En otros sitios, como los mencionados más arriba, son quienes atentan contra esos derechos quienes optan por este tipo de acciones. Tampoco es el caso de San Pedro.

Es posible que haya vecinos de Marbella, y también de San Pedro, que consideren que retirar todas las placas que recuerdan a Jesús Gil es una actuación prioritaria que debe acometerse de inmediato. Posiblemente haya otros que crean que las placas sirven para no olvidar que lo que sucedió en la ciudad fue producto del voto de los vecinos, y que las consecuencias pusieron en evidencia que fue un voto equivocado.

Quizás haya quien quiera creer que San Pedro fue un bastión de resistencia contra el gilismo, y que se regodee mirando el vídeo e imaginando haber realizado una acción heroica. Pero inventarse una historia que no fue es tan absurdo como hacerse trampas en el solitario.