El presidente de la Junta de Andalucía ha enumerado las obras de infraestructura que serán acometidas mediante la fórmula de colaboración público-privada. La falta de recursos aprieta y a veces ayuda a flexibilizar posturas. Lo que no hace mucho quedaba fuera por inaceptable ahora entra empujado por el pragmatismo.
En la lista figura la ampliación del puerto pesquero de Marbella, llamado a convertirse en el otro referente del turismo náutico de la ciudad tras Puerto Banús. Pero ni noticias del corredor ferroviario de la Costa del Sol.
Llama la atención, porque sólo algunos meses atrás, el propio presidente había puesto al tren litoral como ejemplo de los proyectos donde el volumen de la inversión requerida hacía necesario acudir a las fórmulas mixtas de financiación. Y más aún si se tiene en cuenta que el Banco Europeo de Inversiones había mostrado un cierto interés en el proyecto, y que esa institución tendrá en un alto cargo ejecutivo a Magdalena Álvarez, entre cuyos defectos no puede contarse el mal de la amnesia sobre sus orígenes, tan extendido entre muchos de quienes creen haber alcanzado la cima.
Por ello, no se sabe si la omisión de la semana pasada se debe entonces a que el Gobierno andaluz ha tirado la toalla en este proyecto o si el presidente ha entendido que ya no queda margen para mentarlo si no es para anunciar algo concreto. Después de diez años de anuncios y promesas ya no cuela ni una más.
La omisión se produjo días antes de que el ministro de Fomento anunciara el cierre de líneas férreas deficitarias que hacen perder a las arcas del Estado 900 millones de euros al año. «Esto no da para más», dijo. El ministro confundió rentabilidad económica con rentabilidad social, por lo que en este caso no puede hablarse de pragmatismo, sino de claudicación.
Aún así, si algo no debe temerse es que el tren de la Costa pueda ser descartado con estos argumentos. Pese al volumen de inversión necesario, se trata de un proyecto rentable. No sólo desde el punto de vista que le importa al ministro . También desde el que debería importarle.