El paisaje fue similar al de los últimos días de septiembre, cuando finalmente llegó la hora del juicio del ‘caso Malaya’. El desfile de los acusados frente a las cámaras que esperaban a las puertas de la Ciudad de la Justicia resultó fiel al guión ya conocido: la locuacidad de Rafael Gómez ‘Sandokan’, el único que se acerca a los micrófonos para reivindicar su inocencia antes de sentarse en el banquillo, la elegancia de Monsterrat Corulla, el paso apresurado de Isabel García Marcos y Marisol Yagüe o el anonimato en el que se refugiaba la mayoría de los implicados transmitían ayer la sensación de una escena repetida. También los corrillos que los acusados formaban en la antesala de la sala de vistas, ya a salvo del foco de las cámaras, o la curiosa escena de una animada charla entre Julián Muñoz y la hija de Juan Antonio Roca que pudo verse en la cafetería.
Pero ayer, primer día de juicio efectivo tras resolverse las cuestiones previas, había un plus de expectativa. El orden de las declaraciones trasladado a los medios que cubren el juicio indicaba que el primer acusado en ser interrogado sería Juan Antonio Roca. Después de que hubieran trascendido las supuestas negociaciones del presunto cerebro de la trama con la Fiscalía, fueron muchos quienes recordaron el testimonio que Roca prestó ante el TSJA cuando acudió como acusado en una causa de cohecho que implicaba al juez Francisco de Urquía y su auto inculpación sirvió para condenar al magistrado.
Ayer era el día en el que podía saltar la bomba. El juicio comenzaría por el bloque correspondiente al pelotazo urbanístico conocido como ‘Crucero Banús’, y por fin iba a saberse si Roca volvería a prestar una declaración que inculpara a otros detenidos, con lo que todo el caso podía daría un vuelco, o mantendría su posición de negar hasta lo evidente.
La expectativa fue tempranamente cortada. El fiscal decidió modificar el orden de las declaraciones y comenzar por interrogar al abogado Juan Germán Hoffmann, otro de los implicados en la operación. Al acabar la jornada, el magistrado anunció que los próximos en ser sometidos a interrogatorio serán Pedro Román, que responderá hoy, su hija Pilar y el ex comisario Florencio San Agapito, uno de los socios en el pelotazo urbanístico y personaje clave cuya importancia posiblemente no haya sido todavía suficientemente valorada.
Roca prestará testimonio en el último turno de este bloque, por lo que se prevé que no hablará hasta el martes o miércoles de la semana próxima. Hasta entonces no habrá pistas sobre su estrategia de defensa.