>

Blogs

Héctor Barbotta

Marbella blog

La deuda de Marbella con el otro juez Torres

El juez Santiago Torres ha abandonado la carrera judicial 13 años después de irse de Marbella.

El desmantelamiento de la red de corrupción en la que se había convertido el Ayuntamiento está ligado en la memoria colectiva a otro juez Torres –Miguel Ángel, instructor del ‘caso Malaya’-, pero el primero fue pionero en frenar los desmanes de Jesús Gil cuando nadie se le atrevía, unos por miedo, otros por comodidad y otros por complicidad.

Santiago Torres fue el primero en abrir una causa urbanística –el conocido como ‘caso Belmonsa’-, e instruyó el ‘caso camisetas’, por el que Gil fue enviado a la cárcel primero y apartado posteriormente de la política gracias a una condena de inhabilitación. Aquel caso, además, tuvo el gran mérito de abrir grietas en la hasta entonces sólida estructura del gilismo. El abogado José Luis Sierra, hasta entonces mano derecha de Gil y que ejercía despóticamente su poder en el Ayuntamiento, no le perdonó al jefe que burlara la prisión con un sospechoso parte médico y lo dejara a él en la estacada. De aquel desencuentro vino la denuncia por el ‘caso Saqueo’, que terminó con Juan Antonio Roca y con el propio Sierra en la cárcel.

Para Santiago Torres aquello no fue un camino de rosas. Sufrió insultos y acoso permanentes, algunos desde el periódico municipal que, como recordó en una entrevista concedida a SUR años después, se repartía gratuitamente por toda la ciudad. Incluso en los juzgados donde no pocos jueces y fiscales alardeaban de su relación con Gil, según recordó en aquella entrevista. La tarea de limpieza que inició, dentro y fuera de los juzgados, le hacen acreedor, al menos de un reconocimiento por parte de la ciudad.

Habrá quien piense que todo esto forma parte de un pasado que es mejor no remover. De hecho, muchas de las personas involucradas en estos casos de corrupción se molestan cada vez que su nombre salta en informaciones relacionadas con los mismos. Pero es difícil mantener que esto solo forma parte del pasado cuando se vive en una ciudad que, por ejemplo, tiene su cementerio embargado. Un legado del ‘caso Camisetas’ que ha llegado hasta nuestros días.

El juez Santiago Torres, exdecano de los juzgados de Marbella, ha abandonado la carrera judicial 13 años después de irse de la ciudad con destino a Madrid.

El desmantelamiento de la red de corrupción en la que se había convertido el Ayuntamiento está ligado en la memoria colectiva a otro juez Torres –Miguel Ángel, instructor del ‘caso Malaya’–, pero el primero fue pionero en frenar los desmanes de Jesús Gil cuando nadie se le atrevía, unos por miedo, la mayoría por no complicarse la vida y otros por complicidad.

Santiago Torres fue el primero en abrir una causa urbanística –la conocida como ‘caso Belmonsa’–, e instruyó el ‘caso Camisetas’, por el que Gil fue enviado a la cárcel primero y apartado posteriormente de la política gracias a una condena firme de inhabilitación. Aquel caso, además, tuvo como consecuencia la apertura de las primeras grietas en la sólida fortaleza del gilismo. El abogado José Luis Sierra, hasta entonces mano derecha de Gil y que ejercía despóticamente su poder en el Ayuntamiento, no le perdonó al jefe que burlara la prisión con un sospechoso parte médico y lo dejara a él en la estacada. De aquel desencuentro vino la denuncia por el ‘caso Saqueo’, que terminó con Juan Antonio Roca y el propio Sierra en la cárcel.

Para Santiago Torres aquello no fue un camino de rosas. Sufrió insultos y acoso permanentes, algunos desde el pasquín municipal que, como recordó en una entrevista concedida a SUR años después, se repartía gratuitamente por toda la ciudad. Incluso en los juzgados, donde no pocos jueces y fiscales alardeaban de su relación con Gil, según recordó en aquella entrevista. La tarea de limpieza que inició, dentro y fuera de los juzgados, le hacen acreedor al menos de un reconocimiento por parte de la ciudad.

Hay quien piensa que todo esto forma parte de un pasado que es mejor no remover en pro del buen nombre de Marbella. De hecho, muchas de las personas involucradas en estos casos de corrupción se molestan cada vez que su nombre salta en informaciones relacionadas con los mismos. Pero es difícil mantener que esto solo forma parte del pasado cuando se vive en una ciudad que, por ejemplo, ha perdido la propiedad sobre su propio cementerio. Un legado del ‘caso Camisetas’ que llega hasta nuestros días.

Temas

Toda la actualidad de Marbella

Sobre el autor

Licenciado en Periodismo por la UMA Máster en Comunicación Política y Empresarial Delegado de SUR en Marbella


agosto 2013
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031