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Héctor Barbotta

Marbella blog

Calendarios alterados

El transcurso de los días desde que se confirmara el adelanto electoral en Andalucía no sólo ha anticipado un calendario político que no tenía prevista fecha marcada en rojo hasta el mes de mayo, también ha trastocado las previsiones de los partidos para la tarea más delicada y a la que atribuyen más importancia entre todas las que realizan: la elaboración de las listas electorales. Una actividad con la que los más expertos dirigentes tienen especial cuidado porque saben que hace aflorar susceptibilidades, pone sus promesas y compromisos frente a los hechos y tanto puede generar agradecimientos de por vida como rencores perpetuos.
El paisaje original estaba conformado por un cadencia más o menos lógica: primero elecciones municipales y después, con los resultados sobre la mesa y la agrupación local de cada partido habiendo exhibido fortaleza o debilidad, la conformación de las candidaturas bien a elecciones generales, bien a las autonómicas.
Pero las urgencias de Susana Díaz dieron un vuelco al calendario y con ello todos los partidos se han puesto patas arribas. Todos menos el PSOE. Posiblemente la mejor muestra de que todo estaba previsto es que es el Partido Socialista el único que ya tiene el problema solucionado. En una formación donde las negociaciones hasta última hora, los delicados equilibrios entre familias y la alquimia interna supone algo así como una seña de identidad, en esta ocasión el asunto ha sido resuelto en un santiamén, lo que demuestra que habían sido advertidos de la jugada de la presidenta o que la presidenta manda tanto que en esta ocasión no ha permitido que ninguna pugna interna ponga obstáculos en lo que imagina su plácido camino hacia la reelección y lo que venga después.
Lo curioso del caso es que la advertencia de que la situación no está para líos parece haber sido clara, porque el PSOE no sólo se ha adelantado en la conformación de la lista para las autonómicas, sino también, con destacable antelación, en las candidaturas municipales, incluida la de Marbella. Es el único partido que ya ha resuelto las dos, y por delante sólo le queda hacer campaña.
Los socialistas, que se están encontrando con más obstáculos de los esperados a la hora de contratar vallas publicitarias en Marbella, han excluido a su candidato a la Alcaldía, José Bernal, de la lista al Parlamento Andaluz. Con la normativa que impide a un alcalde ser al mismo tiempo diputado autonómico –aprobada a medida para arrojar del Parlamento a los alcaldes del PP y también a Sánchez Gordillo–, volver a repetir con Bernal en la candidatura autonómica hubiese supuesto un mensaje pesimista para las elecciones que ningún partido con aspiraciones se puede permitir. Una muestra de cómo ha podido influir la alteración del calendario.
También en el Partido Popular la elaboración de las listas deberá hacerse con calendario contrario al previsto. Ángeles Muñoz todavía no ha dado pista alguna sobre qué hará con la candidatura municipal, si habrá renovación y hasta dónde llegará en caso de haberla, pero para la lista autonómica la urgencia es otra.
En los últimos días, desde las filas adversarias al PP se lanzaron a través de la red mensajes más o menos ingeniosos sobre una supuesta pugna interna para ocupar el lugar en la lista de candidatos al Parlamento Andaluz que le correspondería a Marbella y que en la legislatura que acaba de terminar ha ocupado José Eduardo Díaz. Este edil fue el primero en bajarse de la posibilidad de repetir cuando, tras conocerse la convocatoria comunicó a su jefa de filas su intención de concentrarse en la política municipal. Pese a la salida de Díaz, el PP de Marbella mantiene la intención de colocar a uno de los suyos en el Parlamento Andaluz. No hay pelea interna porque Muñoz ya ha decidido el nombre del candidato: Félix Romero. Lo que resta por saber es en qué puesto quedará situado, será impar y entre los primeros siete. Lo que es seguro es que quien acceda a una acta autonómica no tendrá concejalías a su cargo en el Ayuntamiento de Marbella. El líder del PP andaluz, Juanma Moreno Bonilla, exigirá dedicación plena, sobre todo en un parlamento que se prevé atomizado, con al menos cuatro grupos políticos, sin mayoría absoluta y gran actividad negociadora en el hemiciclo y en los pasillos. Cualquiera que sea el resultado de las elecciones autonómicas, sacar adelante proyectos exigirá negociar acuerdos. La actividad parlamentaria será frenética.
A ello se suma que Moreno Bonilla contará con un equipo parlamentario formado por él mismo, y no heredado como el que ha tenido hasta ahora. Por ello, su nivel de exigencia será mayor. Compatibilizar esa situación con actividad municipal no será tarea sencilla.
Podemos también se ha visto afectado por el cambio de calendario. La hoja de ruta que se había planteado el partido de Pablo Iglesias tenía, y sigue teniendo, a las elecciones generales como objetivo principal. En su calendario, las municipales suponían una convocatoria por la que pasarían de puntillas para llegar impolutos a la cita en la que aspiran a disputarle el poder al PP.
El adelanto de las elecciones autonómicas les ha dado un renovado argumento que refuerza su tesis de que los partidos tradicionales anteponen sus propios intereses a los de los ciudadanos, pero los ha obligado a acelerar su propia constitución como partido y a realizar pactos internos contra los que tanto claman pero que han sido, según entienden al menos en los círculos de Marbella, forzados por la premura.
¿Qué incidencia puede tener esta circunstancia en su preparación de las municipales? De momento no tienen previsto alterar su calendario, aunque el viernes saltó la novedad, cuando la dirección de Marbella adelantó que presentará una propuesta para crear un partido instrumental que permita a la formación acudir a las elecciones municipales sin necesidad de reunir, en el caso de Marbella, las 1.500 firmas necesarias para conformar una agrupación de electores. Unas firmas que, además, deben ser compulsadas ante notario.
Los miembros de Podemos de Marbella, que a diferencia de sus compañeros de Málaga capital parecen tener plena sintonía con la línea mayoritaria del partido, aseguran que las dificultades para conseguir firmas no va con ellos y afecta más a sus compañeros de otros municipios. Consideran que ese número de apoyos, por lo que perciben en la calle, está a su alcance. Pero reconocen que conformar una candidatura con marca única en toda la provincia les daría no pocas ventajas. La menor no es la posibilidad de entrar en la Diputación, un objetivo que en todo caso reconocen secundario. Para ellos, habrá dos ensayos –las autonómicas primero y las municipales después– y un partido en el que se juegan todo: el que se librará cuando se convoquen las elecciones generales.

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Sobre el autor

Licenciado en Periodismo por la UMA Máster en Comunicación Política y Empresarial Delegado de SUR en Marbella


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