>

Blogs

Héctor Barbotta

Marbella blog

Nepotismo y endogamia

La semana pasada se consumó la contratación del jefe de campaña del PSOE en las últimas elecciones municipales, Adrián Sánchez Acevedo, como nuevo cargo de confianza del Ayuntamiento de Marbella. Sánchez pasó a ocupar la plaza dejada libre por Manuel Morales, que dejó de ser ‘asesor responsable de Innovación y Administración electrónica’ cuando se convirtió en concejal de lo mismo. La rapidez con la que se produjo el nombramiento invita a pensar que como concejal Morales no daba abasto y necesitaba un ‘asesor responsable’ que lo secundara.
El caso es que su sucesor es la pareja de la primer teniente de alcalde y su madre trabaja también como cargo de confianza en el Ayuntamiento. Posiblemente el nombramiento fuese necesario, pero no fue explicado. Como es lógico, no ha sido bien recibido ni por la oposición, como era de esperar, ni por los propios socios de gobierno del PSOE, que se enteraron del nombramiento por la prensa, reconocen en privado lo que les disgusta tener que cargar con el coste político de decisiones como ésta y se preguntan qué necesidad había de meterse en este jardín cuando aún no se ha terminado de salir del jardín de los caballos.
No se cuestiona que el nombrado reúna méritos –esa discusión se abrirá, o no, cuando el Ayuntamiento cuelgue su currículum en la web municipal– o que su nombramiento sea necesario pero su designación presenta toda la apariencia de ser un caso más de la endogamia y el nepotismo que campan por las instituciones y que tanto han enfadado a los ciudadanos hasta el punto de cambiar de manera definitiva el mapa político de este país. Perder de vista esa circunstancia y actuar como si el personal estuviese dispuesto a tragar con todo no dice nada bueno de la capacidad de los responsables municipales para leer la realidad. Considerar que el problema se reduce a que el nombramiento se haya convertido en noticia, tampoco.
Ningún político que lleve mucho tiempo en el poder está a salvo de perder el contacto con la calle y de acabar actuando como si la institución fuese una cápsula de cristal en la que se estaría de escándalo si los informadores no importunaran. El problema es si esos síntomas aparecen cuando se acaba de cumplir el primer año en el poder. Alguien debe advertirle al alcalde, como al emperador del cuento de Andersen, de que no lleva un traje invisible.

Temas

Toda la actualidad de Marbella

Sobre el autor

Licenciado en Periodismo por la UMA Máster en Comunicación Política y Empresarial Delegado de SUR en Marbella


julio 2016
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031