Las crisis pueden ser una buena oportunidad para resolver los problemas de raíz, pero también una excusa para no hacerlo.
En el PSOE de Marbella, donde en estos días se tomarán decisiones importantes, deberán resolver sobre todo si eligen la primera opción o persisten en la segunda. El cainismo que ha vuelto a aflorar en los últimos días parece indicar que llegar a acuerdo en los asuntos importantes no va a ser un camino de rosas.
La elección de un nuevo secretario general que aglutine a lo que eufemísticamente se llama todas las ‘sensibilidades’ socialistas parece de momento una hipótesis de ciencia ficción. En la dirección provincial quieren que el actual, Antonio Rodríguez Leal, se quede hasta que concluya el expediente abierto por las supuestas afiliaciones falsas, pero hay quienes creen que la provisionalidad no puede aguantar tanto tiempo, y menos con un calendario electoral en ciernes.
Más cerca, y no por ello menos complicada, está la elección del portavoz municipal tras la salida de Paulino Plata.
Cuando en el partido, tanto en Málaga como en Sevilla, se daba por hecha la elección de Óscar Fernández, la concejala Susana Radio ha ganado predicamento entre sus compañeros tras una brillante intervención en una comisión informativa que puso en evidencia errores en el informe en el que se basaba el polémico aumento del agua que impulsaba el equipo de gobierno municipal. El camino parecía expedito en el grupo, pero la intervención de las agrupaciones locales de Marbella y San Pedro enrarecieron el ambiente.
Ambas decidieron adelantarse y proponer a Radio, y entre los concejales se tomó esta iniciativa como una intromisión en la vida del grupo municipal.
Sin el mal ambiente que se vive en la lucha interna del partido, los concejales se reunieron el lunes a la noche y decidieron postergar su decisión.
De momento, el camino para resolver la crisis no ha comenzado a andarse.