Julián Muñoz se sentó otra vez en el banquillo y dijo que con tal de no seguir en la cárcel confesaría hasta lo de las Torres Gemelas. Pero que en realidad es inocente. Hay personajes que ni aun en las peores condiciones abdican del cinismo.
Reconoce Julián Muñoz que tiene pendientes 83 causas (son algunas menos) y que no quiere estar 83 años en la cárcel porque no vivirá tanto.
Por fin alguien explica con claridad meridiana lo que ha significado el gilismo para Marbella. A quienes estuvieron al frente de la ciudad, y Muñoz no es el único, no les alcanzaría toda la vida para pagar el daño que han causado.