El CIT celebró el jueves su último almuerzo mensual antes de la asamblea en la que elegirá al presidente para los próximos dos años. Fue una exhibición de las buenas relaciones que la actual directiva mantiene con la cúpula empresarial de la provincia y de la comunidad autónoma. Trajo al secretario general de la CEA, Antonio Carrillo, quien dejó algunas reflexiones interesantes. Dijo entre otras cosas que esta ciudad no soportaría que cada uno siguiera yendo por su lado, pero que habrá que esperar a que la pasión partidista de las elecciones generales y autonómicas deje paso a la razón práctica. Algunos acontecimientos de la semana le dieron la razón.
CAMPAÑA
La cortesía puede esperar
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, celebró un mitin el miércoles en Guadalmina en su calidad de candidato socialista a la reelección. Repartió a diestra y siniestra. Sobre todo a diestra. Acusó a la alcaldesa de desleal, un argumento en el que vienen insistiendo en público y en privado todos los cargos socialistas cuando hablan de Marbella. Están indignados, y en algunos parece algo más que una pose de campaña. Ofrecen como ejemplos la apropiación que, aseguran, se hace desde el equipo de gobierno municipal de obras realizadas por la Junta o de iniciativas impulsadas en su día por la gestora; ya por la colocación de carteles en los que la Junta no aparece por ningún lado, pese a ser ésta la institución que pone el dinero, ya por la visita de la alcaldesa a las obras en cuestión sin siquiera avisar a los delegados de las consejerías que financian esas actuaciones. Sin ir más lejos, el responsable provincial de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, estaba esta semana que trinaba después de que Muñoz se presentara el lunes en la las obras que se realizan en el bulevar Ashmawi, producto de una negociación entre esa Consejería y la concesionaria de la nueva tubería.
MITIN
Toda la artillería contra la alcaldesa
El caso es que Chaves acudió a Marbella con la intención de descargar toda la artillería contra la alcaldesa y sacó a colación el controvertido asunto de la ampliación del hospital Costa del Sol. Un proyecto, no olvidarlo, de 38 millones de euros. Dijo que la licencia de obras no ha sido concedida porque a Muñoz «no le dio la gana». Pero es que sí hay licencia. El Ayuntamiento la remitió al hospital el 7 de diciembre, y las obras podrían haber comenzado entonces. Si el presidente de la Junta hubiese acusado a la alcaldesa de obstaculizar el proyecto por vetar la zona comercial y las guarderías –para los que no se da permiso en la licencia– su argumento podría haber tenido defensa. Pero lo que dijo es que el Ayuntamiento no ha concedido la licencia, y la licencia está firmada desde hace más de un mes. Si el papel no se perdió por el camino, el presidente patinó.
CONSEJERA DE SALUD
Una visita que nunca fue
Posiblemente, detrás del discurso de Chaves se encuentre la causa de la truncada visita de la consejera de Sanidad, María Jesús Montero, quien tenía previsto venir a Marbella, y concretamente al hospital, el pasado jueves. Todo estaba arreglado hasta primera hora de la tarde del miércoles, cuando la visita fue suspendida. Un par de horas después, el presidente de la Junta lanzó su afirmación de que la licencia no había sido concedida.
FISCALIA
¿Un principio sobre otro?
Y mientras la pasión partidista no deja lugar a la razón práctica, los responsables del saqueo negocian con la Fiscalía para acumular causas y conseguir penas mínimas. Esta semana se ha sabido que no sólo Julián Muñoz, sino todos los ex ediles que firmaron licencias ilegales entre 1995 y 2006 podrán beneficiarse del acuerdo. La Fiscalía fundamenta su postura en el principio de economía procesal. Se respira que el principio de justicia va camino de quedar en un segundo plano.
URBANISMO
Un título que nadie quiere
Precisamente en Urbanismo se preparan para asumir los cambios después de que el Ayuntamiento confirmara el nombramiento de Juan Carlos Fernández Rañada como coordinador general. (El portavoz del PP, Félix Romero, tuvo un lapsus en el pleno del viernes y habló de gerente, pero ese es un título que nadie quiere a la vista de quién fue el último que lo utilizó). Al equipo de gobierno le preocupa que temas cruciales en esta área estén estancados. El propio Romero reconoció que la situación de Urbanismo es difícil. Además, la concejala está a punto de disfrutar de un permiso de maternidad, y hasta el momento por debajo de ella sólo hay cuatro jefes de área, cuyas relaciones entre sí a veces no son las mejores, pero nadie que coordine todo el trabajo. El elegido para ponerse al frente de todo este embrollo, Fernández Rañada, goza de prestigio. Ha trabajado en cargos de responsabilidad tanto bajo el PP como bajo el PSOE. Quienes le conocen resaltan su perfil técnico y su capacidad para llevarse bien con todo el mundo. Dos cualidades de las que deberá hacer gala. Sobre todo de la segunda.