Comienzan las temporadas deportivas y muchos de nuestros niños y no tan niños, abordan a sus familiares con frases como, quiero jugar al fútbol.
Porque me gusta, porque el vecino va a jugar o sencillamente porque su padre (asunto del que hablaremos largo y tendido) cree que en casa tiene el futuro “Cristiano”.
En primer lugar hemos de asegurarnos de estado físisco en el que se encuentra nuestro hijo. Hay que decir que los clubes de base cuidan mucho este aspecto, realizando controles previos. Una vez comprobado, comienza lo denominado “está de pruebas”, es donde queremos hacer especial atención.
Los jugadores que hubiesen estado con ficha federativa la temporada anterior, es decir jugando federados en un club, sea el deporte que sea, tienen cobertura y asistencia por parte de la mutualidad contratada obligatoriamente por cada Federación hasta alta de la siguiente temporada, normalmente 18 meses. Esto quiere decir que, aun sin tener ficha de la próxima temporada, ante cualquier lesión en periodo de prueba, tendría su cobertura asegurada.
Pero, si se trata de un jugador que jamás ha estado federado, o que la temporada anterior no lo estuvo, es nuestra obligacion avisaros que en caso de accidente vuestro hijo estaría totalmente desprotegido, al menos desde el punto de vista de cobertura clinica.
Segun el Reglamento de la Real Federación Andaluza de Futbol, la temporada finaliza el 30 de Junio y comienza el 1 de Julio, por lo que a partir de esta última fecha, pese a estar en periodo de pruebas, se puede o debe inscribir a jugadores, sean elegidos o no para formar parte de la disciplina del club, obteniendo con ello la cobertura necesaria para la protecciòn ante cualquier eventualidad.
Aconsejamos a los padres pregunten, averiguen la situación y en el mejor de los casos incluso contratar un seguro privado para su hijo para este periodo, pero recomendamos no firmar ningún documento donde se refleje que el club se exime de responsabilidad, el club sólo puede no comprometerse a aceptar al jugador a nivel deportivo, pero ni puede eximirse ni puede delegar en el padre tal responsabilidad.
Desde DeporLegal queremos transmitir tranquilidad, pero desde la experiencia de habernos encontrados vacios de coberturas, donde el mayor perjudicado es siempre el mismo, el niño.