En estas últimas jornadas, son numerosas las declaraciones de jugadores, entrenadores y clubes criticando las actuaciones arbitrales. Por parte del Comité de árbitros se ha llegado a denunciar a jugadores por sus declaraciones como refleja la prensa en estos días.
Desconocemos si realmente se han llegado a producir estas denuncias, pero como analizábamos en post anteriores en esta misma publicación, ya existen herramientas para sancionar y reprimir a cualquier ente ya sea club, entrenador o jugador que “ose” criticar la labor arbitral.
El límite está en lo personal, siempre que no se aluda a lo concerniente a la persona del señor colegiado, no entendemos porqué existe ese veto a criticar la labor arbitral y mucho más cuando se perjudica notablemente, como por ejemplo relata en su articulo nuestro compañero con respecto a la actuación arbitral del señor colegiado en el partido Villareal vs Málaga disputado el pasado fin de semana.
Los clubes, jugadores y aficionados son los perjudicados de estas decisiones erróneas o faltas de apreciación que tienen como consecuencia la pérdida de puntos en la clasificación general.
A nivel deportivo, la legislación nos obliga a acatar las decisiones de los señores colegiados que son jueces únicos en la aplicación del reglamento. Pero con la mercantilización del deporte y especialmente el fútbol, los errores de los colegiados producen más consecuencias en los clubes. Estas consecuencias son económicas, si, decimos económicas puesto que dependiendo de la competición podremos, o perder literalmente dinero al no puntuar o pasar de fase como sucede en la Champions League donde, como también expusimos en post anterior, están cuantificados los puntos y pase de fase entre otros factores. En el caso de la Liga encontramos el RDL por el cual se regula el reparto de derechos por televisión. Uno de los factores fundamentales de este reparto es la clasificación final de la temporada anterior.
Pues bien, si un colegiado comete un error evidente, notorio y público, aceptamos el resultado deportivo pero, ¿Quién me resarce del daño económico producido? Es decir, quién es el responsable de que yo obtenga menos puntos en la clasificación general y por lo tanto menos dinero del reparto de derechos televisivos .
Todas las profesiones tienen su régimen disciplinario, por el que cada profesional responde por sus actos. Entendemos que un error de apreciación de un colegiado ha de ser aceptado deportivamente, que forma parte del juego, pero cuando tiene consecuencias económicas debería existir una responsabilidad que cubra ese error y su posterior perjuicio.
Argumentan los Colegiados que no son profesionales y por ello no pueden cubrir ni tener responsabilidades con respecto a este asunto. Un señor que cobra más de 100.000 euros al año y que sus decisiones tienen tantas consecuencias económicas, si deberían estar considerados como profesionales.
Formando parte de Federaciones y en el caso de España, donde el deporte tiene titularidad privada y titularidad pública, siendo el superior jerárquico el Consejo Superior de Deportes, sería este último quien respondería en última instancia ante errores que produjesen un perjuicio a un club.
En breve y en este mismo blog, hablaremos de este perjuicio, de cómo catalogarlo y evaluarlo, y de la posibilidad de solicitar un resarcimiento de daños, según el cual, incluso un simple abonado de un club, ateniéndonos a las leyes administrativas que rigen nuestro deporte, podría solicitar a las altas instancias deportivas y administrativas, un resarcimiento del daño producido por un error de un colegiado.