Es cierto que las modas van y vienen. Pero hay algunas tendencias o prendas que no regresan con el mismo éxito que otras. Es el caso de las botas militares.
Durante este otoño he estado observando en las tiendas como aparecían de nuevas imitaciones a las clásicas Dr. Marteens, que tanto se llevaron hace unos 12 años movidas por el estilo ‘grunge’ de mediados de los noventa. Por aquel tiempo las Marteens se veían sobre todo en dos colores, negras y burdeos, y el modo de colocárselas era con la bota abierta y la cordonera sin abrochar.
Es cierto que cómodas eran, pero los primeros días aun usando calcetas gordas de deporte, hacían las rozaduras más grandes. Ahora, eso sí, una vez superadas las 48 horas pertinentes, la bota ya estaba la mar de acoplada y amoldada.
Pues bien, este otoño, pero no de la mano de Dr. Marteens, sino de tiendas como Blanco, Mango o Pull & Bear quieren resucitarlas dándoles un pequeño ‘tuneo’. En Mango, por ejemplo, se pueden ver acharoladas, y en el caso de Blanco, las botas suben hasta la rodilla. Las de Pull & Bear mantienen el estilo clásico y son para chico.
Pero, a pesar del esfuerzo realizado por modernizarlas, la aceptación en la calle no ha sido muy buena. Se ven en los escaparates, pero no en las calles. Quizás, deberían haber tenido en cuenta varias cosas:
1. Las botas militares por mucho que quieran no son elegantes (donde se pongan unos buenos tacones que se quite todo lo demás)
2. El ‘grunge’ no está de moda entre los adolescentes (el grupo de edad al que pueden ir dirigidas), ahora el estilo que marca el ritmo de sus Ipods es el ‘funky’.
Así que ahí os dejo abierto el debate: resucitar las botas militares, ¿acierto o error?