Victoria de Suecia se ha casado. La princesa heredera y su prometido, Daniel Westling, se han dado el “sí, quiero” en la catedral de San Nicolás de Estocolmo con toda la realeza europea como testigos de excepción. Como no podía ser de otra manera, las monarquías se vistieron de largo y se pusieron sus mejores galas para acudir al enlace.

La novia, siempre la gran protagonista, lució un vestido bastante sencillo y para nada ostentoso o recargado. Victoria de Suecia optó por un diseño blanco perla de terciopelo diseñado por el sueco Pär Engsheden, su modisto habitual, y como complemento se decantó por una tiara, que sujetaba el velo. Tanto la tiara como el velo eran los mismos que llevó su madre, la reina Silvia, en su boda en 1976.

Entre los asistentes destacar a la Infanta Elena, que como siempre destacó por su elegancia y nos sorprendió con un ‘modelito’ muy español. La infanta eligió un vestido de color fucsia (tono muy favorecedor) que se complementaba con una chaquetilla de estilo goyesco. Como complementos optó por una tiara, aunque el detalle lo puso la madroñera goyesca que recogía el pelo. Tampoco se olvidó de llevar un abanico y un clutch.

La reina Rania de Jordania fue otra de las invitadas que destacó por su bien vestir. La reina lució un vestido en color morado, con cuello barco drapeado y asimétrico en las mangas. Los tacones de plataforma en el mismo color que el vestido y un clutch en tono blanco. Cabe destacar el recogido estilo Brigitte Bardot, cardado por lo alto, despeinado por delante, con mechones sueltos y flequillo ladeado, todo ello bajo una tiara muy sencilla. Rania de Jordania es el reflejo que se puede ir moderna y elegante a la vez en una celebración donde la sobriedad y la ‘ñoñería’ suele ser la nota dominante.

La princesa Letizia, que el día anterior había acudido a la cena de gala con un precioso vestido rojo, palabra de honor y la melena suelta, erró esta vez al decantarse por un vestido en rosa pastel (que no le favorecía para nada), de mangas cortas. El pelo, que lo llevaba recogido bajo una trenza, también lucía una tiara.

A la boda, también asistieron la reina Doña Sofía y la Infanta Cristina, que fue de la mano de Iñaki Urdangarín. Doña Sofía escogió, al igual que la princesa de Asturias, un vestido en rosa pastel, que estaba formado por un cuerpo fruncido del que salía una larga cola, las mangas eran tres cuartos y quedaban adornadas con unos pequeños detalles de pedrería, mientras que la falda era de encajes. Doña Sofía, en cuanto al cabello, se decantó por su habitual melena. En definitiva, la reina acertó con su estilismo.

Por último, la infanta Doña Cristina eligió un vestido largo, de corte griego en gasa, de color verde agua (muy bonito, pero que quizás al tener la infanta un tono de piel muy clarito no le resaltaba tanto como hubiera podido), que quedaba fruncido por el pecho. Al igual que el resto de invitadas, se recogió el pelo.

Aquí os dejo una galería de imágenes, para que veáis algunos de los ‘modelitos’ de la realeza. ¡A ver qué os parecen!

Los vestidos de la boda de Victoria de Suecia