La moda no sería nada sin los nuevos diseñadores, porque sin ellos, evidentemente, no habría futuro en este mundo. Y como muestra de que en España hay cantera, hoy os traigo a Andrea de la Roche y a Laveta, dos jóvenes creadores (de Pontevedra y Málaga, respectivamente) que han mostrado de manera conjunta sus propuestas en la pasada edición de la pasarela El Ego de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
Como la tierra siempre tira, me voy a parar en la firma malagueña Laveta, una marca que poco a poco está calando entre el público por sus diseños de monturas de gafas realizados en madera. Laveta lo forma un equipo joven que está muy involucrado en la cultura urbana y que también se muestra a favor de la protección de la naturaleza.
Sus diseños son piezas únicas hechas a mano que las realizan a partir de maderas macizas seleccionadas. A partir de ahí, los diseños, las vetas, sus tonalidades y los acabados son sometidos a un escrupuloso análisis durante todo el proceso de fabricación.
Sus creaciones -que se pueden ver en su página web– están cruzando fronteras y de ahí que hayan dado el gran salto a la pasarela , junto a la diseñadora novel Andrea de la Roche, que presentó en Cibeles una colección primavera-verano 2014 de nombre Transformacja y basada en el imaginario infantil. Las propuestas de la gallega se caracterizan por un marcado estilo juvenil que se observa en faldas, camisas, shorts o sudaderas, que adquieren un aire ‘preppy‘ (un vocablo que viene del inglés ‘prep‘ y que se refiere a los ‘prep schools‘ americanos, o lo colegios preparatorios situados en la costa este de Estados Unidos y a los cuales solo acude una selecta élite, vamos que se podría traducir como pijo, aunque hay que tener en cuenta que se trata de un ‘pijo molón‘) gracias a los cuellos de camisa y a las gafas de madera de Laveta. Además, como tejidos ‘estrella’, Andrea de la Roche se decanta por el algodón, el punto de angora y merino.
En definitiva, una colección muy práctica -algo que últimamente en raras ocasiones sucede- y que podría trasladarse sin ningún tipo de problema a nuestro día a día.
Yo me quedo con las gafas y la ropa, ¿y tú?