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Almudena Nogués Ortiz

Málaga, pasarela urbana

¡A bajarse del tacón! Chanel y Dior se rinden a las deportivas

Dior abrió la veda…y Chanel acaba de confirmarlo esta mañana. La era del taconazo llega a su fin. Lo más ‘in’ del momento no es ni mucho menos subirse a 15 centímetros. Que estilizan, sí. Que son mucho más femeninos y sofisticados, pués puede que también (en mi humilde opinión), pero señoras, donde manda patrón…(ya sabéis el dicho) no manda marinero. Y Raf Simons y Karl Lagerfeld ya han enseñado sus cartas en la Semana de la Alta Costura de París. Los grandes diseñadores se rinden al calzado deportivo. El ‘sporty chic’ elevado a su máxima potencia. Nada de alturas. Los tenis son los nuevos stilettos. Huyen de las bolsas deportivas para colarse hasta en las noches de etiqueta reivindicando su potencial para acompañar todo tipo de estilismos. Una nueva tendencia que pisa fuerte y que tuvo un gran protagonismo en el último desfile de Christian Dior, que consiguió que todas las miradas se fueran a los pies. Sus llamativas deportivas con incrustaciones (ideales las negras con flores multicolor) no dejaron a nadie indiferente.

Chanel ha recogido hoy ese testigo en una colección en la que el calzado deportivo ha tenido un dominio absoluto. Bajo el nombre de ‘Cambon Club’, que hace referencia a la calle del primer distrito de París en la que Coco Chanel abrió su primera tienda, la firma elige las deportivas hasta para el modelo de novia con el que Cara Delevingne cerró el carrusel. De acabado metalizado, blancas, negras…todas pisan con garbo la pasarela proponiendo mezclas insólitas pero a mi juicio con un punto especial. Partes de arriba cortas y estructuradas sobre corsés que marcan y cubren la cintura y faldas a la altura de la rodilla en un ligeramente apuntado trapecio son su propuesta para la próxima primavera-verano.

Os dejo con unas fotos de los primeros desfiles de la cita parisina. ¡Todo un espectáculo! ¡Espero que os guste!

Un detalle muy repetido en la colección de primavera-verano 2014 de Chanel han sido las cinturas encorsetadas. Se presentan a modo de contraste con faldas acampanadas y cuerpos que realzan hombros. Con ello, se consigue un estilizador juego visual. En algunos look Karl Lagerfeld  llega a completar el estilismo con riñonera, rodilleras y coderas (en plateado resplandeciente o a juego con el conjunto, eso sí), en un resurgir “noventero” que pretende rescatar estos complementos y liberarlos de la pista de patinaje. Suaves rosas, verdes, celestes, lilas, nude, beiges o plata dominaron la paleta cromática.

Sobre estas líneas, dos de las zapatillas que protagonizaron el desfile de Dior (el look de la primera foto me parece impresionante). Ligereza, bordados y transparencias dominan la colección de alta costura presentada ayer lunes.

Por su parte, la fantasía y el surrealismo de Elsa Schiaparelli regresaron ayer a la pasarela de París con el primer desfile de la casa en casi sesenta años, sin duda uno de los más esperados (la expectación era máxima). El diseñador Marco Zanini tenía ante sí el reto de actualizar los códigos de una modista que se instaló en París en 1922, lo que le permitió sumergirse en unas efervescentes vanguardias. ¿Su reinterpretación? 19 piezas que jugaban con el surrealismo y la modernidad y que exploraban “la irreverencia en la belleza y la elegancia”. Volúmenes, estampados pintados a mano y piezas con reminiscencias al diseño de la creadora marcaron la primera colección del italiano, donde no faltó una novia con traje pantalón. A destacar, de nuevo el calzado (también plano): unas espectaculares sandalias de plumas.

Grande, muy grande la colección de Giambattista Valli, ante la que me quito el sombrero. Una de mis favoritas de momento. En esta ocasión el diseñador italiano presentó más de 30 vestidos hiperfemeninos en los que dominaron los tonos nude, negros, azules y blancos. A destacar las cuidadas incrustaciones de pedrería, presentes en la mayoría de los diseños. ¡Preciosos!

Y termino el repaso con Versace, que fue la firma encargada de inaugurar la Semana de la Alta Costura de París. Su colección se caracterizó por la sorprendente irrupción en la pasarela de las denominadas por la firma “capuchas”: unos velos de seda que recubren la cabeza, muy similares al ‘hiyab’, si no fuera porque algunos dejan el cuello al descubierto. Los drapeados fueron otra de las constantes de estos diseños para la próxima primavera-verano, en contraposición con los también presentes bordados geométricos, que estructuraron la silueta.

Mañana es el turno de  Jean Paul Gaultier y quedan aún por subirse a la pasarela parisina Giorgio Armani Privé, Elie Saab (uno de mis favoritos) Valentino o Zuhair Murad (como invitado). ¡Ya os iré contando!

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