¡Por fin salen de los armarios! Llevaba varias semanas buscándolos por las calles pero costaba mucho verlos. Muy pocas (alguna que otra morena de solarium) se atrevían con una prenda que para que favorezca y siente bien requiere de unas cuantas citas con Lorenzo. Tras un fin de semana de buen tiempo los little white dress (véase, vestidos cortos blancos), regresan con fuerza a la pasarela urbana. Un verano más se imponen como uno de los must have de la temporada, en la que ya son un clásico arraigado. Toda fashionista que se precie tiene que tener uno de fondo de armario. Valen para todo: desde para ir a la oficina, a ir de compras o salir a cenar. Todo depende de con qué complementos lo llevemos. Para el día me gustan combinados, por ejemplo, con flúor. Para ir al trabajo una opción segura es maridarlo con marrón o caqui y por la noche una de las mejores alternativas es mezclarlo con unas sandalias en algún color metalizado para lograr un toque sofisticado. Nuestra modelo espontánea de hoy, Rosa Rodríguez, apuesta por un  vestido blanco de esta colección de Mango, de tela calada, cuello a la caja y media manga ideal para estos días locos de entretiempo en los que a primera hora aún hace un poco de rasca. En su caso, los combina con bolso y sandalias en marrón chocolate. “Me encanta esta prenda porque es cómoda, siempre está de moda y cuando te bronceas favorece muchísimo”, resume. ¡Os dejo con ella!

Rosa Rodríguez. Dependienta. 33 años

Vestido: Mango

Zapatos: MariPaz

Bolso: Zara

Reloj: Tous

Pulseras: Tous

Gafas: Versace