Tercera jornada nocturna en Resort Paraíso y visita de Manuel Valenzuela, actor y productor andaluz con su productora Séptimo de Caballería. Manolo es alguien que es parte fundamental del génesis de la película. De una conversación veraniega surgió la idea de rodar una historia en un hotel cerrado. En él podrían transcurrir historia de comedia enloquecida o de terror opresivo. Mi ceja comenzaba a levantarse y la cabeza a dispararse. Hubo incluso una idea de historia hotelera en un borrador llamado ‘Hotel Averno’, acerca de una familia que despierta en un hotel abandonado cuando el día anterior estaba lleno hasta la bandera, pero todas estas ideas se condujeron a los personajes y las intrigas de ‘Resort Paraíso’. Manolo siempre ha estado muy pendiente de que la historia pudiera hacerse realidad, y aquí estamos, dos años después entre las paredes y los jardines del Paraíso. La pasión que Manolo ha inculcado a su trabajo como actor en series como ‘Arrayán’ o en mi cortometraje ‘Malabestia’ (donde interpretaba a Marbala, el villano de la función), ha ido siempre acompañada de su ilusionante faceta como productor en cortos como ‘El hijo’, de Venci Kostov, con Pedro Casablanc, o la web serie ‘Cuarentañeras’.
Ayer tarde y noche también nos acompañó una vez más nuestro entrañable y a la par incómodo amigo de rodaje: el viento. Con una filmografía tan amplia en su haber con títulos como ‘Mary Poppins’ (la secuencia en las que vuelan las niñeras), ‘Twister’, o canciones como ‘I belive I can fly’, ayer hizo acto de presencia con sus 45 kms. por hora en toda nuestra segunda jornada piscinera. Sillas del combo volando, papeles, la torre de sonido al límite de sentirse abducida… incluso nos falta alguien del equipo de producción que se llevó el viento, junto a Clark Gable y Vivian Leigh.
El viento es capaz de volver loco al que sea. Es curioso valorar contratiempos auditivos como las radiales, los martillazos, el genticio, y ver la forma de silenciarlos para una toma, pero a la vez asumir que contra el viento no se puede hacer otra cosa que intentar remar a su favor. Si no puedes con él, únete a él e incorpóralo en la peli. Cambia una secuencia nocturna de piscina por otra de brisa tropical. ¡Y en pantalla funicona!
Aunque lo más impactante y friolero de la jornada lo llevaron a cabo Virginia DeMorata y Héctor Medina. Ambos actores tenian que realizar una escena en la piscina y, pese a los ruegos de un servidor que pedía todo el acting de sus personajes antes de que se mojaran un solo pie, optaron finalmente por zambullirse sin mirar ni frío ni viento. Aplausos de todo el equipo mientras un dispositivo de vestuario, maquillaje y producción corrían a envolverlos en toallas, mantas y llevarlos a la zona cálida del rodaje. ¡Qué huevos, chicos! Me quito el sombrero… y me lo vuelvo a poner del frío que me da.
La mitad de la jornada se desarrolló en cocina. Nuestro retorno a interiores de nuevo fue muy agradecido por todos. Espacios amplios, asientos que no te dejan las posaderas frías como una piedra. Y vuelta al control de audio.
Bueno, mañana another day in Paradise.
P.D.: Ya hemos encontrado a Joseba, nuestro chico de producción. No había salido volando. Le habían caído encima unas mantas y un mojito cuando se sentaba en una hamaca para coger fuerzas durante medio segundo. Pobre. ¡Ya está de nuevo en acción!
https://www.facebook.com/Resortparaiso/