Esta tarde, el ya denominado Gazpachuelo Party (sucedáneo malagueño del Tea Party con ganas de hacer ruido en Twitter ) ha hecho de las suyas. Y digo de las suyas porque nacen con la premisa de que Málaga despierte, salga del bipartidismo -si así lo quieren leer- y de que la sociedad sea más crítica… Pero…

Pero a veces el anonimato de algunos, el ego desmesurado de otros, el partidismo cerril de unos pocos, etc., todo lo acaba enturbiando. Sólo hay que mirarlo con la suficiente perspectiva. Los hay impulsados por muy nobles causas. también. Pero no nos engañemos, su intento es el de lograr colar un ciudadano en el Ayuntamiento. Ciudadano 2.0, se entiende…

Esta tarde han empezado una ronda de entrevistas donde cualquiera puede preguntar con el hadstag #gazpachueloparty a través de Twitter. Hoy a la candidata socialista a la alcaldía de Málaga, María Gámez . Si no la han criticado suficiente por lo que contestaba -lean su alusión en una respuesta a un anuncio de champú-, la han criticado por no contestar alguna pregunta.

El próximo en pasar el examen del Gazpachuelo Party, será Elías Bendodo (PP) . La iniciativa está bien, pero este gazpachuelo, como el Red Bull, de momento te da alas y aquí nadie tiene carné de piloto.