“¿Qué nombre se pondrá @anapastor_tve tras el #20n? dicen por ahí que será @anapastor_canalsur”, insinuó Ángel Mínguez. Sí, el secretario de Presidencia de Les Corts Valencianas y miembro de las Nuevas Generaciones del PP tiene la gracia donde amarga el pepino. Y además muy poco tacto, la verdad.
Ese era su comentario esta mañana en Twitter. Y la ha liado, claro está. Reírse del futuro de un profesional del periodismo, tal y como está el patio, y de paso poner en tela de juicio los criterios informativa de la futura televisión pública, no tiene gracia.
Os dejo la cronología en mensajes:
@angelminguez: ¿Qué nombre se pondrá @anapastor_tve tras el #20n? dicen por ahí que será @anapastor_canalsur
@anapastor_tve: Qué quieres decir? Manejas buena información?. Me sorprende que teniendo responsabilidad en tu partido hagas ciertos comentarios…”
@angelminguez: “No te lo tomes a mal, solo era curiosidad, en el fondo me caes bien”
@angelminguez: “Vaya vaya, yo no he insultado a nadie y estoy recibiendo una retahíla de ataques contra mi persona bastante curiosos”
— y aquí empieza una lluvia de críticas de los usuario de Twitter llamándolo “perdonavidas”, “chulo” o “mafioso”, entre otras lindezas —
@angelminguez: “Me dan miedo los #anapastorboys…”.
@anapastor_tve: “Pausa. no me apetece entrar a las provocaciones de quienes desde la política dicen saber qué será de TVE y sus periodistas el 21N. Buena tarde”.
@angelminguez: “Por favor, ya he dicho que Ana Pastor me cae bien, solo hice un comentario por su nick que me parecía gracioso. Jamás he amenazado a Ana Pastor, era una broma que le haría a cualquier amigo, lo habéis exagerado vosotros
@angelminguez: “Pido públicamente perdón si he ofendido a alguien, no era en absoluto mi intención, se están sobreexagerando las cosas”.
Creo que este diálogo lo dice todo. Yo no voy a ser el que mida la talla moral de este señor, porque él sólo se lo dice todo. Una mala forma de gestionar tu marca personal en Internet, apuntaré. Señor Mínguez, un consejo: en Twitter, como en política, no sólo hay que ser honrado, sino parecerlo.