Últimamente, no sé si será debido a la crisis,que estamos volviendo a nuestros orígenes. Lo digo porque ahora preferimos por usar ropa vintage o reciclar aquella que llevaba siglos en nuestro altillo. También optamos por comprar accesorios hechos a mano, incluso prendas, a personas o pequeños comerciantes y no en grandes franquicias. También, se ha puesto de moda el arte del cupcake, las tartas fondants pero caseros, eso de llenarnos la manos de harina y hacer nosotras mismas postres fantásticos que antes sólo veíamos en las películas. Empaparnos de DIY o el hazlo tú mismo y atrevernos -o no- a hacer nuestras propias cosas… Un sinfín de costumbres que estábamos empezando a olvidar y que ahora es lo que “está de moda”, por eso decía que me da la impresión de que estamos volviendo a nuestros orígenes. Pues bien, después de toda esta parrafada -que viene al caso-, me ha llamado la atención saber de la existencia de una tienda holandesa: Granny’s Finest.
Granny’s Finest es una tienda de moda a lo antiguo. Por eso os hablaba de los orígenes. Una tienda en la que las abuelas -de ahí el nombre de la marca, que viene a significar algo como las mejores abuelas- son las modistas de las bufandas, guantes, pañuelos y todos los complementos que allí se venden. Una idea bastante buena, pues desde Granny’s Finest pretenden ayudar a estas mujeres de avanzada edad a reunirse y conversar con otras personas de su edad, al tiempo que les hacen sentirse útiles. Y es que, cada viernes, estas abuelas se reúnen para hacer ganchillo, fruto del cual surgen los complementos que se venden en esta tienda.
Con todo, en esta marca se venden prendas modernas, de colores y de lana que no pica, algo sumamente importante 🙂 Sin duda, considero que es una buena iniciativa a tener muy en cuenta, pues valora a quienes más saben y más cariño desprenden: las abuelas. Os dejo con algunas imágenes de la marca. Por cierto si queréis visitar la tienda virtualmente podéis pinchar aquí.